Desde este blog se pretende difundir la historia, el arte, la cultura y la naturaleza de la villa y del valle de Echo, uno de los enclaves pirenaicos de Aragón, más hermosos y dinámicos. Su pasado, presente y futuro merecen la pena conocerse y compartirse. Con mi admiración , cariño y la mayor modestia.

lunes, 2 de junio de 2014

LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE ESCABUES

La ermita de Escagüés y el cementerio desde La Cuesta (Foto del autor)

Ayer, 1 de Junio, se celebraba en Echo la festividad católica de Nuestra Señora de Escabués, patrona de toda la Val. Con ése motivo, daremos unas pinceladas históricas sobre la ermita de ése nombre, situada junto al cementerio en la margen izquierda del río Aragón Subordán a su paso por la localidad.

La ermita, parece que fue la parroquial de un lugar o aldea de ése nombre, Escabués o Escagüés, que acabó integrado en la actual villa de Echo, y al que se le menciona por vez primera en el Cartulario de Siresa, (nº 6 página 24). Fué "Villula" en el año 933 y "Villa" en 1116 y 1120, y es mencionada en años posteriores, hasta 1646 en que sigue figurando como Vereda de Jaca.



En cuanto a la propiedad de la tierra, hasta el año 1184 aparece como patrimonio del monasterio de Siresa, pasando ése año a manos privadas hasta que en 1293 Pedro Cornel vendió Escabués a Jaime II de Aragón. En 1571 aparece de nuevo como propiedad de la iglesia, primero del priorato de Siresa y posteriormente del Obispado de Jaca.

Todos estos datos, están recogidos por el historiador Antonio Ubieto en su obra, Los pueblos y despoblados (Tomo II). anubar Ediciones 1985.

En cuanto a su etimología, mi amigo Manolo Benito que tuvo la amabilidad de a petición mía, estudiar algunos de los topónimos del valle (que publicaremos más adelante), se refería al origen del nombre Escabués de la siguiente manera: Localizado en Echo. Parece un claro antrotopónimo (Esco u Osco, también SCOPARIUM: fabricante de escobas), la raíz prelatina OSCA, significa poblado.

Fray Alberto Roque Faci, en su obra Aragón Reyno de Christo y Dote de María Santíssima de 1750, describe la imagen de la talla de la Virgen de la siguiente manera: es la Santa Imagen de madera, alta cinco palmos; en el brazo izquierdo tiene al Niño Jesús, y con la mano derecha haze ostension de una manzanilla, como vemos en otras Imágenes de N. Sa. 



El padre Faci menciona, que la Virgen siempre ha atendido a las necesidades de la villa ya por necesidades de agua, o por aguaceros y en tiempo de peste, langosta y otras plagas y cuenta el conocido milagro de no producirse desgracia alguna en una ocasión en que solicitando la necesaria lluvia, se hundió el puente tras el paso de la procesión cayendo el gentío al agua. También que un clérigo ciego recuperó la vista tras una novena a la Virgen de Escabués, y un niño y una mujer se salvaron de ahogarse en el río tras invocar su nombre.

El último milagro conocido (hasta ahora), lo refiere Rafael Leante en su libro sobre el Culto a Maria en la Diócesis de Jaca, editado en 1889, y cuenta que en 1875 una gran avenida de agua cambió el cauce del río, no pudiendo los numerosos romeros que acudían a la ermita llegar a ella salvo rodeando por el Puente de La Torre, por lo que ante sus invocaciones, volvió a producirse otra avenida de agua que volvió el río a su cauce original, pudiendo cruzar el puente sin ningún peligro.



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