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viernes, 9 de mayo de 2014

ECHO, ARTE CONTEMPORÁNEO AL AIRE LIBRE




Ubicado en los prados que rodean al Pallar d’Agustín, a la entrada de la Villa de Echo, el visitante se verá gratamente sorprendido por una de las más originales manifestaciones artísticas del Pirineo.

Esparcidas en una parcela de 11.000 metros cuadrados, lindante con el bosque, y a lo largo de un camino de herradura que sube a la Cuesta y ala Plana Baixa, un conjunto de 46 esculturas de piedra de diferentes formas y tamaños  emergen entre los bojes y pinos.

Monstruos, figuras imposibles y símbolos, conforman un nuevo jardín de Bomarzo pirenaico, que unido al paisaje natural y a las perspectivas que se divisan a medida que se asciende, hacen del paseo una experiencia única y hasta inquietante.


Todo esto, junto con las 26 obras pictóricas y otras 9 realizadas en madera expuestas en el interior del edificio que hace las veces de Casa-Museo y Centro de Cultura, así como con algunas obras distribuidas por el casco urbano del pueblo son el resultado del Symposium Internacional de Escultura y Arte del Valle de Echo (Huesca) que se celebró ininterrumpidamente entre los años 1975 y 1984.



Esta experiencia, que en los años setenta correspondía a una manera diferente de entender los museos de arte contemporáneo y de aunar arte y espacio natural, fue animada y dirigida por el escultor jacetano Pedro Tramullas, en colaboración con el Ayuntamiento de Echo, que acogió con entusiasmo el proyecto.

A lo largo de diez ediciones participaron artistas de veinte países que trabajaron en distintas disciplinas: escultura, pintura, cerámica, mosaico, grabado, teatro, marionetas, cine y música.

Tramullas, que había participado en 1967en el “Symposia de Escultores” que se celebraba en Austria, no sólo trasladó la experiencia al Valle de Echo, dirigiendo y participando en su realización, sino que intervino en el diseño especial del mismo, señalando los lugares donde debían de ser ubicadas las obras, en puntos considerados por él origen de corrientes telúricas, con el fin de “equilibrar energéticamente el entorno”.

 Así mismo, su interpretación “mágica” de un valle que fue durante doscientos años la vía principal por el Pirineo Central del paso del Camino de Santiago, y que junto a joyas de románico como el Monasterio de Siresa alberga la mayor concentración de monumentos megalíticos del Pirineo, determinó igualmente la colocación de muchas de estas obras, relacionándolas a través de líneas imaginarias con los “cromlechs”, con el trazo del crismón, la Estrella de la Cábala o configurando constelaciones estelares.

El Museo-Exposición de Arte Contemporáneo del Valle de Echo, similar en su concepción a otros característicos de los años del desarrollismo, como ha señalado el profesor Jesús Pedro Lorente, tales como el Museo de Escultura al Aire Libre de Santa Cruz de Tenerife, o al de los canchales cercanos a Malpartida de Cáceres recientemente complementado con el Museo Vostell, va a recibir un nuevo impulso por parte del Ayuntamiento del Valle de Echo, tras un número importante de años de interrupción.


Muchos son los objetivos planteados a corto y largo plazo para recuperar una iniciativa que fue pionera en su momento en nuestro país y que supone un gran atractivo añadido para el Valle.

Reparar caminos y entorno, la edición de folletos orientativos, colocar carteles anunciadores, crear una biblioteca con fondos relativos a los Symposiums y al arte en general y en definitiva reanudar la actividad en el Centro de Arte Contemporáneo con nuevas convocatorias estivales, son algunas de las primeras medidas que van a tomarse para poner de nuevo en valor una experiencia cultural que sorprende a quien se acerca a contemplarla.


(Artículo publicado por el autor del blog, en el número 10 de la revista VIAJAR POR ARAGON, de enero de 2002)


Transcurridos otros doce años desde la redacción de éste artículo, muchos de los objetivos previstos para el Museo siguen pendientes. No ha sido posible recuperar la actividad anual interrumpida en 1984 más allá de algún encuentro esporádico con artistas que en su día participaron. No obstante, en el Pallar d’Agustín se programan numerosas exposiciones artísticas temporales, se consiguió la edición de un magnífico libro-catálogo a cargo de Manuel Pérez-Lizano, y pudieron por fin ponerse elementos explicativos de cada obra, con su título, año y autor. El recorrido por las obras de arte diseminadas en el paisaje sigue teniendo un enorme interés.



2 comentarios:

  1. El symposium de esculturas animado por mi abuelo, Romualdo Borruel, entonces alcalde de Echo y un hombre muy adelantado para los tiempos.

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