Páginas

lunes, 14 de noviembre de 2016

AÑO 1897 . EL SOLDADO DE URDUÉS REPATRIADO DE LA GUERRA DE CUBA



Tropas españolas en Cuba


Las guerras coloniales de finales del siglo XIX,  especialmente en Cuba y  Filipinas fueron una auténtica sangría que acabó con miles de jóvenes soldados españoles, que no disponían de los medios económicos para pagar la cuota de redención que libró del servicio militar obligatorio a los hijos de las clases pudientes. 

Especialmente cruenta fue la de Cuba, que acabó con el llamado desastre del 98 y las posesiones españolas arrebatadas por los Estados Unidos. Durante los años 1894 a 1898, se enviaron más de 190.000,- soldados a luchar contra los independentistas cubanos, y más de la  mitad fueron bajas. 55.000,- muertos (sólo un 8% en combate, el resto por las enfermedades, fundamentalmente tifus y malaria) y 45.000,- heridos, enfermos o dados por inútiles.

1898 ultimo campamento en Cienfuegos
A lo largo del conflicto, los heridos y enfermos, muchos de los cuales morirían después en España tras ser licenciados, fueron repatriados a distintos puertos, Alicante, Cádiz, Santander, La Coruña...

El estado en que regresaban era deplorable y desastroso, y el ejército y el gobierno no disponían de medios para mejorar su situación, por lo que varios periódicos nacionales, crearon una serie de fundaciones y hospederías para ayudar, con la caridad, a quienes volvían heridos y a veces gravemente enfermos ( dos de ellos nacidos en Embún ya los citamos en éste blog).

Entre ellos, el periódico liberal EL IMPARCIAL. El 18 de abril de 1897, éste periódico publica la lista de repatriados a principios de Abril llegados al puerto de Santander a bordo del vapor Alfonso XIII. En ella aparece el nombre del soldado Manuel Marraco Mondina, nacido en la localidad de Urdués, en el Valle de Echo.

Vapor Alfonso XIII
Como al resto de los 192 repatriados en ésa fecha, la fundación creada por El Imparcial, le presta su ayuda, con 15 pesetas, así como con ropas, que incluyen: 1 camiseta, 1 camisa, un par de calzoncillos, un par de calcetines y un par de zapatos (muchos soldados regresaban incluso descalzos por no disponer el ejército de repuestos para ellos).

Manuel Marraco, a pesar de ésa ayuda, es muy probable que no sobreviviera, pues no aparece su nombre  en ninguno de los censos posteriores a ésa fecha en Aragón, o bien cambió de comunidad. No están cuantificados los soldados muertos posteriormente a su regreso de Cuba a causa de sus heridas o enfermedades, pero sí que en territorio cubano fallecieron 3.600 soldados aragoneses. 

A Urdués también regresó otro soldado movilizado en Cuba, éste con mejor suerte, de nombre Miguel López, apodado desde entonces, así como sus descendientes como El cubano.

Sirvan estas líneas para el recuerdo de todos aquellos anónimos soldados y de Manuel Marraco Mondina, de Urdués.



1 comentario:

  1. Mi bisabuelo volvió de Cuba (ignoro el año) vivió muchos años (1963) era pastor y agricultor de Torres de Alcanadre

    ResponderEliminar