Celestino Armiñan. Foto: Senado de España |
A pesar de que a principios del siglo XX el sistema político de la Restauración de alternancia entre conservadores y liberales comenzaba a tener fisuras, especialmente por la irrupción de las organizaciones obreras y el republicanismo, todavía los partidos dinásticos mantenían su influencia en muchas zonas del país, y de nuestra región.
Aunque la ley electoral de 1890 elaborada por los liberales recuperó el sufragio universal (¡ojo, sólo masculino y a partir de los 25 años!) derogando el sistema censitario de los conservadores basado en la riqueza personal, el Senado, siguió funcionando con el modelo aristocrático, sin apenas raíz electiva. Sus miembros podían ser natos en función del cargo que ocupaban, designados por el rey o cooptados dentro de ciertas corporaciones o clases. Así funcionó hasta que la II República en 1931 además de dar el voto a la mujer, volvió al sistema de Parlamento unicameral, sin Senado.
Monumento en Huesca, a Manuel Camo |
Uno de aquellos senadores fue Celestino Armiñán y Coalla , que el día 30 de abril de 1911 fue elegido senador por la provincia de Huesca con 249 votos de los compromisarios y diputados provinciales que tenían derecho a voto que eran 388, pero sólo fueron 249 quienes se presentaron a votar. Así pues, fue elegido por unanimidad.
Celestino Armiñán y Coalla había nacido en Grado (Asturias) en 1884 y fue alcalde de su ciudad antes de ser elegido senador por la provincia de Huesca en 1911, repitiendo como tal en las legislaturas de 1914, 1915, 1916, 1917 y 1918. Perteneciente al Partido Liberal, fue seguidor de Sagasta y posteriormente del Conde de Romanones y de Manuel Camo, político oscense fundador del periódico Diario de Huesca, y representante del caciquismo político en el Altoaragón.
Cartero rural |
Celestino Armiñán, a pesar de hacer política de una forma entre paternal y caciquil, como era típica en aquel momento, estuvo en algunos de los grandes asuntos altoaragoneses y al parecer ejerció su papel con interés y cierta eficacia. Así lo vemos en 1913 participando en la creación de la Escuela Normal de Maestras de Huesca, o en la comisión para conseguir los Riegos del Altoaragón en 1915.
El 1 de diciembre de 1913, La Hoja del Valle de Hecho, en su número 5, daba la noticia de la concesión para ésa Villa de la estafeta de correos solicitada por el Ayuntamiento . La gestión había sido realizada por el senador liberal Celestino Armiñán, y así se le reconocía públicamente. Sin embargo, y a pesar de la alegría el Diario de Huesca, dos años después, en febrero de 1915 recuerda dicha concesión, así como la de una estación telegráfica conseguida igualmente por la gestión de dicho senador, y se lamenta de que por no haber personal disponible no fue hecho antes el nombramiento ya confirmado del oficial de Correos que ha sido destinado al servicio de dicha estafeta. Las cosas también iban despacio en aquella época, pues sobre la estación telegráfica, el mismo diario comenta que se están formando los presupuestos necesarios y sólo quedan por ultimar trámites de fácil ejecución.
Casa Blanco en Echo. |
El 4 de Junio de 1915 el mismo Diario de Huesca con el título de Promesa cumplida, publica un artículo en que reconoce los méritos de Armiñán para conseguir la estafeta y estación telegráfica en Echo, reiterando su agradecimiento por ello, así como al alcalde la de la Villa, D. Domingo Borau . Da cuenta el articulista de que el local ha quedado lucido y decorosamente establecido, en lo más céntrico de la Villa .(en la calle Mayor, en un piso de Casa Blanco).
Telégrafo |
Por último, el periodista le desea al simpático oficial D. Eduardo Sala que ejerce las funciones de administrador (el primer oficial de correos que tuvo la estafeta) toda suerte de prosperidades en su carrera que ahora comienza y una grata y feliz estancia en nuestra villa ...
Recién inaugurada la estafeta, el Diario de Huesca del 18 de junio de 1915 de nuevo agradece al senador Armiñán el haber conseguido que desde la misma puedan hacerse giros postales desde el 25 de junio.
Hoy nos pueden parecer temas menores, pero en aquellos años, la estafeta y el telégrafo supuso la entrada en la modernidad de la villa de Echo. Y gracias a las gestiones de un político hace mucho olvidado. Celestino Armiñán, falleció en 1931.
Oficina actual de Correos en Echo |
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