Se suele hablar de "cierta tolerancia" con los habitantes del país, de origen morisco, durante el reinado de Felipe II, pero lo cierto es que fue con éste rey con el que se agudizó la intolerancia religiosa y su persecución, produciéndose la rebelión de las Alpujarras, que una vez reprimida todavía provocó mayor represión y maltrato de los moriscos, hasta que su sucesor, el débil Felipe III o más bien su valido el Duque de Lerma, preparó y firmó su expulsión en 1609 que fue efectiva en 1610, siendo todavía hasta la fecha, la mayor deportación realizada por una monarquía europea. Sólo en Aragón, alrededor del 20% de la población tuvo que abandonar el país, perdiendo todas sus propiedades y para mayor escarnio, siendo obligados a pagar los gastos de su deportación.
Condenados por la Inquisicion |
Hasta ésa triste fecha, la represión sobre los moriscos fue diaria y constante. El jueves 6 de junio de 1585, salían de las mazmorras de la Inquisición en el castillo de la Aljafería de Zaragoza en dirección a la Plaza del Mercado de la ciudad, 79 reos (llamados irónicamente "penitentes") para, en un Auto de Fe de los que gustaba tanto realizar a la Santa Inquisición para mostrar su poder y ejemplarizar sus castigos, aplicar públicamente los castigos y condenas a dichos reos. Entre ellos se encontraba un labrador nacido en Siresa en el Valle de Echo.
Auto de Fe |
Su nombre era Domingo Regla, y según el informe sobre dicho Auto de Fe enviado por el virrey de Aragón el Conde de Aytona, a su majestad Felipe II el mismo día de su celebración, el sexto reo era, ..."Domingo regla labrador natural de Siresa obispado de Jacca por el contra los edittos del Sancto officio guiaua y aconpañaua moriscos a bearne y a Francia..."
Los Pirineos habían sido una ruta de escape de los moriscos que ya no soportaban más la persecución, menos incierta y peligrosa que la otra vía, la marítima. Muchos de sus conciudadanos, a pesar del peligro que suponía, les ayudaban de buen grado. Otros se hacían pagar sus servicios. No sabemos en cuál de los dos grupos estaba Domingo Regla. Sin embargo el castigo era igual de terrible para ambos.
Sigue el informe del virrey detallando la condena de Domingo por haber guiado y acompañado moriscos: Açotado (azotado) publicamente y galeras al Remo sin sueldo por cuatro Años.
La condena a servir en las galeras reales sin sueldo encadenado a un remo, sujeto a tipo tipo de maltratos y en unas condiciones horrorosas, era habitual y dependía de la necesidad del momento de mano de obra esclava.
En aquél Auto de Fe, 32 reos fueron condenados a dicha pena y el resto a diferentes castigos. El mayor número de penados, 66, lo eran por herejes, por delitos de la seta (secta) de Luthero (a estos además se les confiscaban los bienes) y Reconciliados Moriscos por errores de la seta de Mahoma. Otros fueron castigados por negar que la simple fornicación era pecado mortal,o por dudar de la existencia del Purgatorio, o por amancebamiento....
Agón |
Pero en ése Auto, no sólo era condenado Domingo Regla. También lo era el morisco al que guiaba:
Pedro Azuer vezino de Agón Arcobispado de çaragoça es el morisco que llevaua y guiaba domingo de Regla cuya relaçion va de suso. Abito y carcel en galeras por cuatro años y porque se yba del Reyno. Açotado publicamente conforme al edicto.
Expulsion de moriscos |
En 1610, fueron aproximadamente 60.000 los aragoneses moriscos expulsados, de los que alrededor de 8.000 o 10.000 lo hicieron por el Puerto de Somport hacia Francia y el resto embarcados en el puerto de los Alfaques en el Delta del Ebro. La economía tardaría decenas de años en recuperarse de semejante deportación. La agricultura y la artesanía fueron las principales actividades en resentirse. Y la religión y la fe cristiana se siguió imponiendo por la coacción y la acción de tribunales del Santo Oficio hasta su desaparición en 1834.
El documento del Auto de Fe se puede consultar en el libro La Expulsión de los Moriscos Españoles. Conferencias pronunciadas en el Ateneo de Madrid por D. Manuel Danvila y Collado de la Real Academia de la Historia. Madrid 1889. Librería de Fernando Fe. Está digitalizado y en Internet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario