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jueves, 4 de octubre de 2018

LA REINA ISABEL II INDULTA A CONTRABANDISTAS CHESOS Y ANSOTANOS EN SU VISITA A ZARAGOZA EN 1860


Procesión durante la visita de la reina Isabel II a Zaragoza en 1860


Isabel II en 1857
En 1860, la reina de España, Isabel II de Borbón, hija del detestado Fernando VII y de su cuarta esposa, su sobrina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, realizó un viaje por tierras de Alicante, Baleares y Barcelona y a su regreso en octubre por tierras de Aragón, recaló durante varios días en Zaragoza, coincidiendo con los festejos por las fiestas del Pilar. 

Durante los días que pasó en la capital aragonesa, alojada en el Palacio Arzobispal de la Plaza de La Seo, anteriormente palacio de los Reyes de Aragón, realizó numerosas visitas que simultaneaba con banquetes y recepciones así como con rezos y oraciones en el Pilar y otras iglesias de la ciudad. Entre las visitas realizadas unas lo fueron a la Beneficencia, La Aljafería y también a la Audiencia Provincial donde decretó varios indultos.

Entrada de los reyes por la Puerta del Angel
La crónica oficial del viaje, publicada al año siguiente, y redactada por D. Antonio Flores "de orden de su majestad la Reina", recoge con estilo ampuloso y adulador las jornadas pasadas por la reina en Zaragoza, incluyendo la concesión de indultos en la Audiencia, pero no menciona quiénes eran los indultados.

Es en el periódico editado en Madrid, La Correspondencia de España del domingo 14 de octubre de 1860, donde figura alguna información más concreta al respecto. El periódico se hace eco en su crónica de que el día 12 de octubre día del Pilar, sus majestades habían acudido a la misa de por la mañana, y que por la tarde habían acompañado a la imagen de la Virgen en la solemne procesión que había recorrido varias calles zaragozanas.

En la segunda página de dicho periódico puede leerse el siguiente suelto citando al Diario de Zaragoza:..."Cada una de las líneas de nuestro diario, dice el mismo periódico, tiene que consignar hoy un hecho notable de la inagotable munificencia de S. M. : antes de ayer además de lo que llevamos ya dicho, se presentó a la Reina  el Excmo. Sr. D. Juan Bruil solicitando gracia para veinte y cinco confinados contrabandistas; en el acto S. M. a quien nadie se acerca sin recibir consuelos , los indultó completamente devolviéndoles la libertad. Ayer (el 12) a las 2 se presentaron a S.M. las habitantes de la montaña  conocidas con el nombre de chesas y tuvieron la alta honra de manifestar su profundo agradecimiento por tan señalada merced".

Contrabandistas chesos. foto R. Compairé
Esta es la única mención a los indultados. Contrabandistas de las montañas cuyas mujeres chesas agradecieron a la reina el indulto. Hay que advertir que el año anterior, 1859, fue un año de feroz represión del contrabando en Los Valles, tanto de Ansó como de Echo, habiendo establecido el Estado de Sitio, requisadas las armas y obligados a los habitantes de los Valles a presentarse y pasar lista al arbitrio de las autoridades militares que ocuparon Los Valles en un intento de erradicar la práctica del contrabando, habitual en estas montañas en una época de gran penuria económica. En otra nueva entrada me referiré a ésta represión de Los Valles de 1859.

Sorolla. La jota. Chesos y Ansotanos
Entre los presos, había por igual chesos y ansotanos. Y si bien está generalizado que el gentilicio chesos/chesas se refiere a los nacidos en Echo, en aquellos años era habitual, especialmente desde Madrid, denominar chesas de forma genérica a las ansotanas que tradicionalmente bajaban a la capital del país a vender té silvestre de la montaña, vestidas con sus trajes tradicionales y viajaban en los trenes vendiendo su mercancía.

La crónica del viaje de los reyes, como he comentado no recoje la visita de estas montañesas a la reina para agradecerle los indultos, sin embargo extrañamente indica que fueron vistas al reanudar el viaje a Zaragoza desde Bujaraloz: ..."cuando los Reyes salían de la casa del rico propietario Señor Fros, que les había servido de palacio, se detuvieron a examinar el extraño traje de unas aldeanas de los célebres valles de Hecho y Ansó, que, con su enorme gola blanca, su saya ceñida y su corpiño ajustado, se presentaron a besarles la mano...". Raro resulta que estas "aldeanas" de Los Valles estuvieran por Bujaraloz y no las mencione el cronista en su visita a la reina en Zaragoza. O mezcla ambas situaciones. 
Juan Bruil

De cualquier manera, la noticia del Diario de Zaragoza, recogida por La Correspondencia de España, no nos deja duda. Los contrabandistas indultados eran chesos y ansotanos, y fueron sus mujeres quienes le agradecieron a la reina su decisión.

En cuanto a D. Juan Bruil, que presentó la petición de indulto ante la reina, se trata de uno de los representantes de la llamada "burguesía progresista" de Zaragoza, amigo del general Espartero a quien dedicó a sus expensas la construcción de la desaparecida Puerta del Duque de la Victoria en la actual Plaza de San Miguel, que fue banquero, político progresista, diputado, senador y Ministro de Hacienda y uno de los más importantes personajes de la época en Aragón.

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