Pedro Lagrava. Archivo Fundación Pablo Iglesias |
De entre los muchos españoles republicanos que tuvieron que abandonar su país al termino de la Guerra Civil de 1936-1939 , hoy subo al blog el recuerdo de un cheso singular, Pedro Lagrava Laplaza.
Nacido en Echo el 18 de Mayo de 1895, fue periodista, y en 1924 ya trabajaba en Buenos Aires como corresponsal de la prestigiosa agencia de noticias norteamericana United Press, que fue pionera en ofrecer sus noticias a periódicos de todo el mundo. Fue en Buenos Aires donde entró en contacto con la masonería incorporándose a la Logia "Renovación nº 161" con el nombre de "Anatole France".
Revista Sparta |
Tras su estancia en Londres como corresponsal de la misma agencia, volvió a España afincándose en Madrid donde entre los años 1934 y 1936 fue editor del semanario Sparta, moderna revista dedicada al cine y espectáculos.
Una vez producido el golpe de estado que desencadenó la Guerra Civil, además de continuar su trabajo como reportero formó parte del Servicio de Información del Gobierno de la República, y fue secretario general del Servicio de Información Militar.
Desde julio de 1937 fue afiliado directo a la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español y al finalizar la guerra, tuvo como tantos que exiliarse, llegando en julio de 1939 a México a bordo del famoso buque Sinaia.
En México trabajó como representante de la empresa norteamericana Editor Press Service y como corresponsal de Latin-América Information y Newsweek, la famosa revista semanal neoyorkina .Al mismo tiempo, trabajaba como periodista en diversas publicaciones y periódicos mexicanos, tales como Novedades.
Ejecutiva PSOE>1936 |
Además de sus trabajos profesionales para ganarse la vida, siguió colaborando hasta su fallecimiento con el periódico del PSOE, Adelante, fundado en 1942 en el exilio. Falleció en México, de una angina de pecho, el 14 de mayo de 1952.
Exiliados en el barco Sinaia |
Necrológica en Adelante |
A pesar de la distancia y el tiempo transcurrido, en su localidad natal Echo, se especuló con diversas noticias, totalmente infundadas, como que hubiera sido secretario de Azaña (imposible no sólo por militancia en diferentes partidos, sino porque el secretario del Presidente de la República fue siempre su amigo Santos Martínez Saura), así como que había tenido una muerte violenta por disparos en su despacho.
Lo que ya no fue especulación fue el hecho de que su hermano Carlos Lagrava Laplaza pasara por las cárceles de Jaca y Huesca, en represalia por su parentesco y por la militancia activa del hijo de éste.
Así mismo, la viuda de Pedro Lagrava, llegó a visitar Echo de incógnito años después del fallecimiento de su marido, siendo reconocida y saludada por algunas de las vecinas, sin más trascendencia, como aún se recuerda.
Traigo hoy su recuerdo al blog, y con él el de toda aquella generación que vio su vida truncada por aquella guerra cruel y las represalias de quienes fueron vencedores...
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