La entrada de hoy del blog está dedicada a uno de los personajes chesos más polémico y no por ello menos interesante de los que tuvieron un protagonismo destacado durante los terribles años de la Guerra contra el Francés en Los Valles y en la Jacetania en general. El texto que viene a continuación, resulta un tanto extenso en relación con las entradas habituales, pero me ha parecido mejor mantener su extensión y publicarlo completo, Me fue publicado en dos números consecutivos de la revista de Echo, Bisas del Subordán, dirigida por Marta Marín y Pilar Jarné en el año 2011 y fue el guión de una charla que impartí con posterioridad en el cine de Echo. Confío en que resulte de interés para quienes tengan la paciencia de leerlo completo.
DOMINGO BRUN "CHANDÓN". EL HEROICO TRAIDOR
“¡Allons,
allons, que viene Chandón con su batallón….!
Controvertido
personaje, infanzón de Echo, ilustrado miembro de la Real Sociedad
Económica de Jaca, capitán en la guerra del Rosellón contra la
Convención Francesa, caza recompensas, afrancesado, capitán de las
compañías de gendarmes españoles con la administración
napoleónica,... para su desgracia, la última causa a la que sirvió
resultó vencida, y como a todos los vencidos, la historia lo denigró
y luego lo relegó al olvido..........
- Orígenes.
Casa Chandón. William Laparra |
El
linaje infanzón (como se denomina en Aragón a la baja nobleza) de
los Brun, es originario del Valle de Echo desde tiempo inmemorial,
donde tuvieron casas solares tanto en la propia localidad de Echo,
como en Siresa y Urdúes, extendiendo el apellido en distintas ramas
familiares por la comarca de la Jacetania, en Ayerbe e incluso a
Tarazona. De su presencia en Echo tenemos constancia desde el primer
censo de fogajes elaborado el 27 de octubre de 1495. Por cierto, que
uno de los Brun, Gil Brun, era el vicario de la localidad en aquella
lejana fecha.
Nada
sabemos de la primera infancia de Domingo ni de su juventud. Acaso
por su ascendencia infanzona estudió en los Padres Escolapios de
Jaca, que ya llevaban por entonces casi 50 años instalados en la
ciudad (desde 1736).
2.La Real Sociedad Económica de Jaca.
2.La Real Sociedad Económica de Jaca.
En
1783, se crea en Jaca, a imagen y semejanza de la de Zaragoza, la
Real Sociedad Económica de Jaca y sus Montañas para defender las
ideas de la Ilustración y combatir el retraso económico de la zona.
En los estatutos del 10 de octubre de 1783, un ejemplar de los cuales
se guarda en el Archivo Municipal de la ciudad de Jaca, constan los
nombres de los 202 socios de la Sociedad (más de la mitad
eclesiásticos), y entre ellos, aparece nuestro personaje:
Brun, Domingo Jenaro, Oficial de la Real Tesorería del príncipe
nuestro señor.
Un oficio de recaudador, acorde con su infanzonía.
Jaca |
También
aparece en dicha relación, Fausto
Francisco de Palafox y Rebolledo, marqués de Ariza, Almirante de
Aragón, grande de España,
y hermano mayor del que sería años después el héroe de los
Sitios su hermano José de Palafox. Miembro de tan insigne Sociedad
lo fue Miguel
Sarasa, vecino de Embún, patriota
que encabezaría la rebelión de Los Valles contra los franceses, y
cuya persecución por las tropas francesas supuestamente guiadas por
Brun y Lapetra, provocarían los acontecimientos bélicos de agosto
de 1809, y la destrucción de 2/3 partes de la villa de Echo.
3.La
Guerra contra la Convención Francesa.
En
1789, tras la Revolución Francesa, la tensión política y militar
con el país vecino va en aumento, y tras la ejecución de Luis XVI
estalla la Guerra contra la Convención Francesa, también llamada de
los Pirineos o del Rosellón en 1793. Aunque la mayor parte de la
campaña se desarrollaría primeramente en el Rosellón con avances
por parte española, y finalmente con la iniciativa por parte
francesa que llegaron a invadir el País Vasco y Navarra, el frente
Pirenaico aragonés, abarcaba desde el Valle de Aspe hasta el de Arán
y aunque en él no se produjeron grandes acciones bélicas, fueron
frecuentes las confrontaciones en los puntos fronterizos.
Estaba
defendido por unos 5.000 soldados al mando del príncipe de
Castelfranco, Pablo Sangro y Mero de coronel y director del
Regimiento de Reales Guardias Walonas. A estos soldados se añadieron
compañías de paisanos voluntarios de los pueblos pirenaicos. Esta
implicación de la población local, fue la característica más
peculiar de éste frente de guerra.
Una
de aquellas compañías, con voluntarios de los pueblos de Echo y
Ansó, sería organizada a expensas del terrateniente Jerónimo
Rocatallada, quien asumió el mando de la misma, nombrando capitán a
Domingo Brun.
Rocatallada,
es otro de los personajes claves en la vida e historia de nuestro
personaje. Ligado a él no sabemos por qué lazos, aparece en
numerosos momentos a su lado, incluso los más dramáticos y
deshonrosos, pero a diferencia de él, Rocatallada conseguirá
librarse de todo tipo de represalias siendo incluso avalado por el
todopoderoso General Palafox, al término de la Guerra contra el
francés.
No
conocemos los hechos de armas de Brun durante la Guerra de los
Pirineos, pero sin duda participó en la batalla de Lescún, junto a
su amigo y protector Rocatallada y al que el príncipe de
Castelfranco “Comandante
General de la Tropas del Reyno de Aragón”
menciona en varias ocasiones como jefe
de los paisanos de Hecho en la carta publicada en la Gazeta de Madrid de fecha 17 de
Septiembre de 1794 en la que se relata el episodio bélico y lo
sucedido durante la invasión el 3 de Septiembre de 1794 del vecino
lugar de Francia por parte de las tropas españolas.
Acción cuyo resultado difiere, como en todas las guerras, según quién
relata el hecho: el Príncipe de Castelfranco justifica su éxito por
la quema de los almacenes de Lescún ocasionando pérdidas por valor
de 12 millones (se supone que de reales) habiendo provocado numerosas
bajas al enemigo, mientras que las propias las cifra en 1
oficial y 17 cabos y soldados muertos, 4 oficiales, 2 sargentos y 47
cabos y soldados heridos, y 1 oficial, 4 sargentos y 106 cabos y
soldados prisioneros o extraviados.
Por
parte francesa los datos no pueden ser más dispares, pues aun
reconociendo la quema de 84 graneros, consideran un éxito el haber
rechazado lo que para ellos era una invasión del territorio en toda
regla, y no una simple acción de quema de grano. Las cifras que dan
de muertos españoles es de cerca de 900, a los que hay que añadir
la de 450 desertores y prisioneros que tuvieron que ser protegidos
por los soldados franceses para no ser víctimas de la ira de los
paisanos de Lescún a los que se les había arruinado con la quema de sus graneros. Tampoco en la
fecha de la invasión se ponen de acuerdo haciendo referencia a que
ésta se produjo el 7 de septiembre.
Placa en Lescún |
Dos
meses antes, el 26 de julio de 1794, los franceses habían atacado
todos los puestos avanzados de los valles de Echo, Aragüés y
Canfranc. Mandaba las fuerzas de Echo en aquel punto el Subteniente
del Provincial de Salamanca, D. Benito de la Riva y Coca auxiliado por
el comandante de los paisanos chesos alistados D. Juan Rafael
Marraco. Juntos rechazaron a los franceses en Aguastuertas
poniéndoles en fuga tras varias horas de fuego. No sabemos si por
éste hecho o por cuáles, el Mercurio de España de Julio de 1795
publica en Madrid la orden real de promociones en el ejército de
España y América a una serie de oficiales entre los que se
encuentra Marraco, ascendido a Subteniente, así como con el mismo
grado, se menciona a Gerónimo Rocatallada.
Godoy |
4.El
robo del tesoro del Monasterio de Sigena
Terminada
la guerra, son licenciadas las compañías de paisanos voluntarios, y
nuestro nombrado Domingo Brun, junto con su amigo Antonio Labiaga, de
Tarazona, sargento de la misma compañía, con la acreditación de
sus servicios militares bajo el brazo, emprende viaje hacia Madrid
para lisa y llanamente buscarse la vida.
Dueñas hospitalarias en Sigena. Fot. Compairé |
Bayona vista del puerto y la ciudad |
El
31 de diciembre de 1795 captura en Eibar a don
Álvaro de Quintana,
y el 23 de enero de 1796 hace preso a Juan
Pedro Tapia
en la Venta de Robledo. Los cinco presos fueron trasladados a la
cárcel de Zaragoza. En la mañana del 18 de abril de 1796 se
presenta Brun ante la autoridad de Zaragoza con las armas, ropas,
dinero y vales reales que faltaban de entregar capturados a los
bandoleros. Otros dos de los huidos, Marcelo
Azofra
y Tomás
Gómez,
son capturados el mismo mes de abril por la justicia ordinaria en
Valladolid y en la sierra de San Pedro del Romeral, y conducidos a la
prisión en Zaragoza. Los tres restantes nunca fueron apresados,
huyendo sin dejar rastro.
Brun,
ha tardado menos de dos años en cumplir su misión, pero con una
determinación que dice mucho de su carácter, no ceja hasta que
captura a 6 de los ladrones y una gran parte del tesoro.
Tras
ser juzgados, uno fue desterrado a Filipinas y otro a Ceuta, dos
condenados a muerte por garrote vil, tres a la horca, y uno de ellos
murió en prisión antes de ejecutar su sentencia.
Probablemente
este episodio es el de mayor importancia en su vida. Lo muestra como
un hombre de acción, resolutivo, eficaz, al lado de la justicia,
aparece el HEROE.
5.
La Guerra contra el francés.
En
1808 estalla la que se denominaría Guerra de la Independencia contra
los ejércitos franceses, de los que seguíamos siendo aliados hasta
ese momento. Antes de eso, dicha alianza nos supondrá el envío de
enormes caudales e incluso hombres para participar en la guerra de
conquista de Europa de Napoleón, la fugaz guerra contra Portugal
llamada Guerra de las Naranjas, y la declaración formal de guerra
contra la principal potencia europea, Inglaterra, que nos llevará al
desastre de Trafalgar con la pérdida de lo mejor de la Armada
española.
Palafox (detalle) por F. Goya |
Combate en Santa Engracia en Zaragoza |
El
28 de noviembre, Palafox le envía órdenes a Domingo Brun para que
con sus “Patriotas de Hecho”, colabore con el Comisionado
portador de la orden en la destrucción de la fábrica de bombas de
Orbaiceta (Navarra) antes de que los franceses pudieran utilizarla.
Brun se excusa diciendo que no tenía más que 30 hombres que
pudieran cumplir satisfactoriamente dicha misión. El Comisionado
escribe desde Jaca a Palafox quejándose de la actitud de Brun, y
pidiéndole que envíe para ayudar en la protección de Jaca al
Batallón de Doyle, pues con los Voluntarios de Jaca no ve suficiente
la defensa de la ciudad. Claramente indica que no se fía de la ayuda
de Brun.
Rendición de Zaragoza |
Tras los dos Sitios sufridos por la ciudad de Zaragoza, el segundo de ellos todavía más destructivo que el primero, al que se sumó una epidemia de tifus que diezmó a los defensores, capitula la ciudad el 20 de febrero de 1809. Pero no así la resistencia en el resto de Aragón. Se crean distintas partidas de voluntarios, guerrilleros o brigantes como les denomina el enemigo, que continúan luchando. Muchos de ellos son supervivientes de los Sitios o huidos de las columnas de prisioneros que han partido hacia Francia tras la toma de la ciudad que consiguen escapar y sumarse a ésas guerrillas. Una de las partidas que opera desde Pamplona a Jaca es la de Miguel Sarasa, escribano y propietario de Embún, en el Valle de Echo, que al mando de unos 600 voluntarios de los valles occidentales, y a las órdenes de Mariano Renovales, defensor en Zaragoza, huido de una de las columnas de presos, y junto al oscense Felipe Perena, brigadier, harán la vida imposible a los franceses en toda el área de los pirineos occidentales, y hacia Francia y Pamplona intentando además la recuperación de la importante plaza militar de Jaca a la que ponen cerco con frecuencia.
6. La ruta de la infamia.
Suchet |
La
columna que envía, se compone de 1800 soldados de infantería de 3
batallones de élite de los Regimiento 5º ligero y 115º y 117º,
así como 250 jinetes de caballería, 2 piezas de artillería y 2
cañones de montaña.
Siguiendo
la ruta que entonces iba por el curso del río Gállego hasta Ayerbe,
y desde allí a Jaca por Anzánigo, el día 23 la columna enemiga es
hostigada en Ayerbe por Sarasa con sus 600 hombres, continuando los
combates desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche a la vista
de Jaca. Sarasa les provoca numerosas bajas, pero no consigue detener
a la columna que entra de noche en Jaca.
Al
día siguiente, en Bernués, Sarasa apresa a los 30 soldados que
componen la orquesta del 115º Regimiento francés, que iban
escoltados por 40 soldados del 121º. Los 63 supervivientes, son
enviados a Lérida con una pequeña escolta. En el camino, al parecer
intentaron escapar, abatiendo los guerrilleros a todos salvo a 8 que
finalmente entregaron en su destino.
Cazador de Ariege |
Tras
intenso combate, Sarasa abandona el monasterio de San Juan de la
Peña, y se retira hacia el valle de Echo. Los franceses incendian
el monasterio nuevo, y respetan el antiguo donde se encuentra el
Panteón de los Reyes de Aragón, no sin antes saquearlo en busca del
tesoro del monasterio, que no encuentran. Con posterioridad, y para
congraciarse con la población, Suchet ordenará realizar todas las
semanas una misa de desagravio en dicho Panteón.
Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña. Rastaurado. |
Sarasa
se retira con sus hombres por Santa Cilia, hacia su localidad natal,
Embún, donde 350 hombres, (100 de Ansó, 100 de Echo y 150 del
batallón de Huesca que habían sido destacados allí por Perena) al
mando de Alonso Escobedo, un militar de 60 años, que había
participado en el Primer Sitio de Zaragoza, donde se distinguió en
la defensa del puente de América en Torrero el 15 de junio así como
en la del colegio del Carmen durante los combates del 4 de agosto de
1808. Escobedo, había solicitado el retiro por motivos de salud,
fijando su residencia en el valle de Echo, de donde era su mujer,
María Juana Marraco.
Relación del cura de Jasa |
Soldados de infantería franceses |
MARIA
ISABEL LAGRABA, viuda de Francisco Marraco.
JUAN
APUI, de origen francés, viudo de Isabel Terrén
RAMON
GAIAT, casado con Gracia Lagraba
JUAN
LARRIPA, soltero, hijo de Felipe Larripa y de María Juana Laplaza
ANSELMO
LAGRABA, presbítero de la Villa, hijo de Antonio Lagraba y Gracia
Monge.
FRANCISCO
LACASA, casado en segundas nupcias con Juana López
DOMINGO
LÓPEZ, casado con Miguela Lagraba
Este
desastre, que sumió en la ruina al Valle, se mantuvo en la memoria
colectiva durante mucho tiempo, como demuestra ésta jota que, José
Pérez Larripa, recitaba con frecuencia:
Desde
la Val de Guarrintza
Se
escuitan los cañonazos.
Pobre
Echo de mi vida,
Ya
te habrán feito pedazos.
Al
amanecer del día 29, las tropas de Musnier tras haber quemado parte
del pueblo de Siresa y el altar mayor de la iglesia del Monasterio,
la sacristía y el archivo, llegan a Ansó, que es defendida desde
los montes cercanos por 50 jóvenes de la localidad mandados por Juan
Blas Gastón y Fermín Ornat. Consiguen detenerlos durante 4 horas,
lo que enfureció a los franceses que al romper la resistencia
entraron tocando a degüello. Al no encontrar a ningún defensor, ni
habitantes que previamente se había escondido en los bosques,
quemaron 12 casas y se ensañaron con 10 ancianos o inválidos que no
habían podido huir a los que asesinaron. Tropas francesas se
quedaron en Ansó durante 4 días, lo que les dio tiempo a saquear a
conciencia las viviendas, y a encontrar el tesoro de la iglesia y sus
ornamentos sagrados escondidos por los vecinos en los montes
cercanos, según el libro de defunciones.
No
obstante, el grueso de la columna, al atardecer del mismo día 29,
continuó su destructivo camino hacia Roncal por el puerto de Garde
con el objetivo de cortar la retirada a los rebeldes que ése mismo
día había sido atacados por otra columna francesa al mando del
comandante Plicque con la que se habían coordinado. La columna de
Musnier, no avanzará más, pues el día 30 recibe noticias de la
capitulación de Renovales en Roncal, por lo que regresa a Jaca,
victorioso, con las armas y ganados que ha requisado durante la
destrucción del Valle de Hecho. Mientras él se ocupaba de ésta
acción, la columna de Plicque había penetrado por la Canal de
Berdún hasta Salvatierra que toma el día 27 sin demasiada
dificultad. El 28 tuvo lugar el encuentro más importante con los
guerrilleros en Burgui. La resistencia fue
feroz, durando el combate
desde el amanecer hasta las cuatro de la tarde, y siendo los
franceses rechazados 5 veces. Finalmente, los guerrilleros la
abandonaron siendo ocupada por los franceses.
La villa penó duramente ésa resistencia pues al ocuparla la quemaron totalmente. 200 casas y edificios ardieron. Los combates continuaron el 29 en el desfiladero entre Burgui y Roncal. Al anochecer, los guerrilleros se replegaron hacia Urzainqui siendo ocupado Roncal por el enemigo. Los guerrilleros, sabedores de la existencia de dos columnas enemigas más que se aproximaban, la una por Ochagavía y la otra preparándose desde Olorón, decidieron proponer la capitulación que fue firmada ante Plicque el día 30 poniendo fin a las hostilidades durante 24 horas, siendo respetadas las vidas de los guerrilleros y su marcha del valle manteniendo sus armas, pues en cumplimiento de la capitulación sólo entregan a los franceses “unas cargas de escopetas viejas e inútiles”.
La villa penó duramente ésa resistencia pues al ocuparla la quemaron totalmente. 200 casas y edificios ardieron. Los combates continuaron el 29 en el desfiladero entre Burgui y Roncal. Al anochecer, los guerrilleros se replegaron hacia Urzainqui siendo ocupado Roncal por el enemigo. Los guerrilleros, sabedores de la existencia de dos columnas enemigas más que se aproximaban, la una por Ochagavía y la otra preparándose desde Olorón, decidieron proponer la capitulación que fue firmada ante Plicque el día 30 poniendo fin a las hostilidades durante 24 horas, siendo respetadas las vidas de los guerrilleros y su marcha del valle manteniendo sus armas, pues en cumplimiento de la capitulación sólo entregan a los franceses “unas cargas de escopetas viejas e inútiles”.
7.
El
asesinato de los Marraco
Una
vez termina la destrucción del Valle por el ejército francés,
vuelve a sus cuarteles con las armas, el botín saqueado en los
pueblos, así como numeroso ganado simplemente robado. Las bajas, 8
muertos y 28 heridos según los franceses. Los españoles cifran sólo
en el enfrentamiento de Ansó, como de más de 100 bajas de los
franceses. Como siempre, cada uno a lo suyo, y más que el otro.
Pero
algo ha sucedido en Echo.
El
vicario de la villa, Clemente Lapetra, escribe en el libro de
defunciones lo siguiente:
Como
Vicario Cura Párroco que soy de la de el señor San Martín de esta
Villa de Hecho= Certifico; Que en la tarde de el día dos de el mes
de Setiembre de el corriente año de mil ocho cientos nueve, se
extendió la voz en la sobre dicha Villa de público y notorio, que
en la Partida vulgarmente llamada de San Juan, término de este Valle
habían muerto a fusilazos cinco personas, habiendo sido
anticipadamente confesadas, y que eran a saber, Juan Rafael Marraco
natural de esta Villa, casado con Micaela Castán, hijo legítimo de
los ya difuntos D. Juan Rafael Marraco y D.ª Manuela Lobera, María
Josefa Marraco, hermana del dicho, también de ésta villa, casada
con Francisco Marraco, e hija legítima de los sobre dichos D. Juan
Rafael Marraco y D.ª Manuela Lobera; el Presbítero D. Juan Miguel
Marraco Beneficiado de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, hijo
legítimo de los precitados D. Juan Rafael Marraco y Dª Manuela
Lobera, Dª Maria Juana Marraco natural de la mencionada villa,
casada con el Teniente Coronel D. Alonso Escobedo e hija legítima de
los sobredichos D. Juan Rafael Marraco y Dª Manuela Lobera; y
finalmente el insinuado D. Alonso Escobedo Teniente Coronel de los
Reales Ejércitos y que dichos cinco cadáveres habían sido
enterrados en el sitio de la ermita derruida que se dice de San Juan
en la tarde de al día inmediato siguiente 3 de el mes de Setiembre
de el citado año de mil ochocientos nueve; cuya certificación hago
para los fines que convengan, sin que nada de todo lo que dejo
expuesto me conste de propia vista, o ciencia, si sólo de pública
voz, y fama.
Hecho,
a siete días de el mes de octubre del año mil ochocientos nueve.
Analizando
detenidamente el documento, saltan a la vista algunas consideraciones
interesantes:
1.
La defunción se registra el 7 de octubre, más de un mes
después de los fusilamientos, el 2 de septiembre.
-
Se dice que fueron fusilados (no dice por quién) ni el día. El pueblo fue asaltado y quemado la noche del 28 al 29 de agosto, El día 30 se paraliza la columna de Musnier, y regresa a Jaca. ¿Quién los fusiló? ¿Los franceses? ¿Otros?
-
Menciona que en la tarde del 2 de septiembre corre la voz de que habían sido fusilados los citados.
-
Cuatro de los muertos, son hermanos Marraco. Escobedo es cuñado de tres y esposo de Mª Juana.
-
Juan Rafael Marraco y Alonso Escobedo habían encabezado la resistencia en el Valle mientras huían los guerrilleros de Sarasa.
-
Dice el Vicario que nada de todo ello le consta más que de oírlo, pero sin embargo hace mención a que murieron siendo anticipadamente confesados. ¿Cómo lo sabe? ¿Los confesó él? ¿Los confesó el hermano presbítero, faltando su propia absolución?
El
sábado 16 de diciembre de 1809, en el Suplemento de la Gaceta del
Gobierno se publican los hechos y acontecimientos desarrollados, con
el nombre de los
sucesos de Roncal.
Junto al relato de la persecución francesa por los valles, los
enfrenamientos y la honrosa capitulación, se cita por primera vez
los fusilamientos acaecidos en Echo:
Por
primera vez se cita a Rocatallada y a Domingo Brun, a los que se les
añade el vicario Lapetra, como afrancesados, traidores y autores de
los asesinatos de los Marraco en Echo. La nota, hace mención al
asesinato igualmente de los hijos de todos ellos y de sus cónyuges,
lo que sólo es cierto en el caso de Escobedo y en absoluto el
asesinato de los niños. Esta falsedad no disminuye el espanto y
alevosía de las muertes, pero añade un horror aumentado, haciendo
todavía más despreciables los hechos. Esta noticia de la Gaceta,
los perseguirá ya siempre, y será citada desde entonces en cuantos
libros, estudios y referencias se hagan al hablar del afrancesado
Domingo Brun. Ha surgido ya el TRAIDOR.
Pero,
¿qué sentido tenía, una vez terminada la resistencia en los
valles, asesinar a los Marraco? ¿Por qué a los hermanos (sin sus
cónyuges ni hijos), entre los que se encontraban dos mujeres que
probablemente no habían utilizado las armas? Rocatallada y Brun,
habían sido compañeros de armas de Juan Rafael Marraco durante la
Guerra de la Convención. No lo sabemos, pero el hecho tiene todos
los ingredientes para parecer una venganza muy personal contra los
miembros de ésa familia. Escobedo, así pues, moriría no en tanto
en cuanto defensor del valle, sino por ser cuñado de los Marraco,
marido de otra de las asesinadas. Poder, dinero, tierras, conflictos
de lindes, herencias, amores no correspondidos, envidia, siguen
siendo hoy como ayer, los principales móviles de las acciones
criminales: sexo y codicia, en definitiva.
Texto de C. Lapetra en libro parroquial de Echo |
Sea
como fuere, Domingo Brun se ha pasado ya al lado oscuro, y actuará a
partir de ése momento en provecho de los franceses, con la misma
tenacidad con que los había combatido anteriormente.
8.De
nuevo un tesoro y un monasterio
El monasterio viejo en 1882 |
Durante
los meses que siguieron a la destrucción, los franceses, ayudados
por algunos colaboradores, no dejaron de buscar el tesoro ornamental
que no habían conseguido en el mes de agosto sin ningún éxito.
Pero en el mes de Enero, uno de esos colaboradores, Domingo Brun
“Chandón” al que los franceses habían nombrado Teniente
Comandante de Rentas, conocedor de la zona y de sus gentes, contactó
con los monjes José Larraz, fray Mariano Lagrava (probablemente ,
por el apellido, paisano de la Val) y con el mismo fray Salvador
Aznar, y ganándose su confianza consiguió que le revelaran dónde
se encontraba el ansiado tesoro: en cajones y banastas dentro de la
Sacristía según unas versiones, y convenientemente oculto en un
nicho desocupado de la misma capilla del Panteón de Reyes donde los
franceses pagaban una misa diaria según otras.
Una
vez hallado el tesoro, Brun, ayudado por tropa, lo trasladó el 11 de
enero de 1810 a la catedral de Jaca según órdenes de las
autoridades francesas de la ciudad. Al día siguiente se hizo
inventario de la plata y se acordó guardarla en la capilla de la
Trinidad bajo dos
llaves.
Se
entregaron para el culto de la catedral de Jaca, las dos urnas que
contenían los cuerpos de San Voto y San Félix y de San Indalecio,
forradas en plata. El resto del tesoro de plata, intervenido por el
corregidor Juan Azcón (afrancesado , cuñado del guerrillero
patriota Sarasa) se cuantificó en un peso de 1 arroba, 16 libras y 3
onzas de las que ( aproximadamente 100 kilos de plata) se llevaron a
fundir al platero de Zaragoza, Manuel Aladrén, el cual fundió las
piezas, entregando al administrador del suprimido Monasterio, Mariano
Burillo, 29 barras marcadas con las letras J.P. que fueron subastadas
el 3 de marzo a favor de un comerciante francés, don Eloy Charvonel.
De
nuevo mostraba Chandón su habilidad como cazatesoros. Esta vez a
favor de los franceses.
Urnas con reliquias en la catedral de Jaca. La de la izquierda la de S. Indalecio |
9.Vuelta
a la acción: los gendarmes españoles
A
finales de 1809, creyendo Suchet que se había conseguido una
pacificación de Aragón, muestra interés en crear un cuerpo
compuesto por aragoneses afines, al estilo de los gendarmes
franceses, cuyos cometidos irían desde el mantenimiento del orden en
el territorio, hasta hacer de guías e intérpretes de sus tropas, y
por supuesto la colaboración en la persecución de las guerrillas.
A la izda. Gendarme aragonés |
Otras
compañías fueron creadas en otros puntos de la región, Zaragoza,
Daroca, Calatayud, Teruel, sufriendo distintos avatares y
dificultades que no son objeto de nuestra atención en éste trabajo.
Finalmente, el 1 de julio de 1812 Suchet decretó la unificación de
las distintas compañías, y el cuerpo resultante que recibió la
consideración de Infantería Ligera, recibió la denominación de
“Gendarmes y Fusileros Aragoneses”. Su coronel inspector fue el
Barón de Andilla, y los capitanes de la 1ª y 2ª compañías de
Gendarmes fueron respectivamente Esteban de Robert y Domingo Brun,
“Chandón”.
También
como oficial de gendarmes al servicio de los franceses se
distinguiría Chandón, por su valor e inteligencia.
En
mayo de 1810, Domingo Brun recibe el encargo de intentar atraerse a
algunos de los jefes guerrilleros que operaban por la Sierra de
Naval. Escribe cartas, y a algunos los acaba convenciendo,
presentándose en Aínsa y Graus a las autoridades josefinas, pero no
así a Miguel Domper, al que persiguieron hasta Radiquero, hasta la
Ermita de la Virgen de la Viña, donde lo capturaron y dieron muerte
junto a su ayudante.
El
27 de junio, la compañía de Chandón, junto a algunos gendarmes
franceses del 12º y 14º escuadrón y un destacamento del regimiento
115º de línea, al mando del jefe de escuadrón D’Halmont salen de
Jaca en marcha nocturna hacia el Valle de Echo, en busca de una
partida de guerrilleros que actúa de nuevo en la zona, al mando de
un altoaragonés al que llaman Don Pedro. Al amanecer, sorprenden a
dicha partida en una ermita cerca de Aragüés del Puerto y tras dura
batalla, capturan a Don Pedro y a catorce de sus guerrilleros y
oficiales. Don Pedro y dos de sus hombres son fusilados en el acto, y
los demás llevados prisioneros a Jaca.
El
3 de enero de 1811, la compañía de gendarmes de Jaca, junto a otros
destacamentos franceses de Graus, Monzón y Lérida, reunidos en
Benabarre y Tolva, marchan a las órdenes del Coronel Plicque hacia
Arén, por el Puente de Montañana donde se había hecho fuerte el
guerrillero Solano con más de 500 guerrilleros. A pesar de la
dificultad del terreno, Plicque desbarata a la partida de brigantes
haciéndoles más de 50 bajas.
En
los combates que se produjeron, un sargento de la compañía de
gendarmes de Chandón, Joaquín Ornat, resultó mencionado en las
órdenes por su heroísmo en la lucha.
En
marzo, aunque no tuvo efecto real hasta julio, el mariscal Suchet
unifica las compañías de gendarmes de Jaca y Barbastro en una sola.
Las deserciones y bajas van haciendo perder hombres en un goteo
incesante.
En
Junio, sucede un episodio que ilustra el ambiente de derrotismo en el
que se encontraban ya estas unidades colaboradoras con los franceses.
La noche del 10 a 11, estando de misión en el Valle de Tena varios
miembros de la compañía de gendarmes de Jaca, dirigidos por el
sargento Joaquín Ornat, el mismo que fue destacado por su heroísmo
contra la guerrilla de Solano en enero,
planean prender a sus oficiales y pasarse al enemigo sin
que lo lleven a cabo. El día 13 por la noche, ya en Jaca, preparan
de nuevo una conspiración "cuyo
objeto era apoderarse de todos los jefes españoles empleados en el
servicio francés y de los tesoros públicos, desertarse al enemigo y
entregarle los jefes de sus autoridades o asesinarlos en caso de
resistencia igualmente que a sus oficiales".
Descubiertas
sus intenciones, son apresados por los franceses y juzgados por una
Comisión Militar que dicta sentencia el 29 de junio, condenando a
muerte al sargento Joaquín Ornat y a los gendarmes Miguel
Casanova, Manuel Alategui, Domingo Huesca y Basilio Latorre.
Otros
10 gendarmes implicados son absueltos, aunque con la recomendación
al comandante militar de Jaca, Deshortiers, de que sean separados del
cuerpo y aún del país.
El
7 de Julio, la compañía de gendarmes de Barbastro se traslada a
Jaca y se fusionan en una sola, quedando Domingo Brun “Chandón”
como capitán y su hermano Francisco Brun como teniente, y adoptando
el nombre de “Compañía de gendarmes de Jaca y Cinco Villas”
aunque popularmente siempre se les conocería como “los chandones”.
Ya
en 1812, el 5 de julio un destacamento de la División de Mina, se
presentó ante los muros de Jaca con la intención de llevarse el
ganado que pastaba en las inmediaciones. La rápida salida de los
gendarmes de Chandón lo impidió en el último momento.
La
última acción de la que tenemos noticia de Chandón y sus hombres,
se produjo en marzo de 1813.
Honorine, esposa de Suchet |
El
guerrillero Chapalarranga (Joaquín De Pablo y Antón), lugarteniente
de Espoz y Mina, que con el 1º de Aragoneses vigila desde Uncastillo
la ruta de Zaragoza a Jaca, decide “dar un susto a la mariscala”
e intentar su apresamiento junto con otra compañía al mando del
guerrillero Barrena.
Chapalarranga |
El
12 de abril de 1813, informado por el sargento Pueyo de la presencia
de Chandón en Ayerbe, Espoz y Mina le pide que le tenga al corriente
de los movimientos de éste.
Al
fiel y eficaz cumplimiento de Domingo Brun, habría que añadir sus
sufrimientos en el servicio, ya que fue herido en dos ocasiones según
se puede deducir de los datos que figuran en el trabajo de A.
Martinien publicado en 1899 en el que se recogen todos los nombres de
los oficiales franceses y aliados muertos o heridos en las guerras
napoleónicas, por cuerpos y batallas. Los listados mencionan al dar
cuenta de la Gendarmería de las Tropas Españolas, que el 20
de febrero de 1811 en un motín cerca de Zaragoza, uno
de los dos heridos es Brun,
capitán
y posteriormente cita a JOUANDON,
capitán, herido el 3 de abril de 1813, en la ruta de Jaca, por unos
guerrilleros.
Jouandon=Juandon=Chandón. No puede referirse a otro personaje ambos
nombres, que al capitán de los gendarmes españoles, Domingo Brun
“Chandón”, además de coincidir el ámbito geográfico en que se
mencionan que se han producido los hechos .
En
1813 los ejércitos imperiales son derrotados ya en todos los
frentes, y se repliegan a toda prisa hacia Francia. En el resto de
Europa, tras el desastre del frente ruso, ha comenzado el ocaso de
Napoleón.
En
Julio de 1813, los gendarmes que quedan en Jaca, al mando de Chandon,
son solamente ya 62, y reciben la orden de retirarse a Francia. Son
enviados a Olorón,
para evitar caer en manos españolas,
como explica el brigadier Paris en carta al Ministro de Guerra
francés.
El
propio mariscal Suchet, en sus memorias, escribirá sobre ellos lo
siguiente: “....eran
todos hombres fuertes, buenos caminantes y excelentes guías. Eran
pagados y provistos como el resto del Ejército. No podemos más que
agradecer sus servicios y el valor que demostraron en varias
ocasiones”.
10.
Una historia, con distintos finales.
Tras
varias terribles batallas, el 16 de octubre de 1813 se produce en
Leipzig la llamada Batalla de las Naciones en la que la Coalición
Aliada, que dispone del doble de tropas que Napoleón, derrota a los
franceses, tras morir más de 120.000 soldados por ambas partes.
París se ocupó el 31 de marzo de 1814 y tras la abdicación de
Napoleón y el Tratado de Fontainebleau éste fue exiliado a la isla
de Elba, a 20 Km. de la costa italiana.
Fernando VII |
En
diciembre de 1813 regresa también de su prisión en Vincennes el
general Palafox, que es nombrado capitán general de Aragón.
Se
acerca ya el final de nuestra historia.¿Qué
había sido mientras tanto de aquellos cómplices afrancesados de
Chandon?:
En
cuanto a Jerónimo Rocatallada, tendrá más suerte que Domingo Brun.
Tras los sucesos de Echo, nada sabemos de él, hasta julio de 1810
en el que aparece en un documento guardado en el Archivo Histórico
de Zaragoza por el que se le arriendan por cuatro años, del 1 de
julio de 1810 al 30 de mayo de 1814 por 43.891 libras jaquesas, todos
los “derechos, fundos y otras rentas del Abadiado, Cabildo y Real
Casa de Montearagón”. “El arrendatario puede cobrar todos los
derechos y aprovechar para sí el patrimonio del Abadiado” (12
pueblos).
Los
franceses, que en su propaganda vienen a España a librarnos de los
impuestos medievales del absolutismo y de la Iglesia, liberan a los
campesinos sujetos a los pagos al monasterio agustino de Montearagón,
para mantener el mismo sistema de pagos, pero sólo cambiarles de
recaudador, y que los sigan pagando en éste caso a un particular, se
supone que vinculado a la nueva administración (afrancesado).
En
1815, Jerónimo Rocatallada, como tantos afrancesados, se encuentra
en Olorón, pues ha tenido que salir del país al desmoronarse la
administración francesa. Con él, 12.000 familias de todo el país,
el primer exilio masivo de nuestra historia por motivos políticos.
Desde allí, escribe al Marqués de Palafox, flamante capitán
general de Aragón, dándole algunas informaciones y realizando
pequeños encargos para él. En un momento determinado, Rocatallada
le solicita un certificado de patriotismo que lo exonere de los
sucesos en los que él niega su participación, y Palafox en su
ingenuidad se lo da, permitiendo su vuelta intocable y que quede
impune el que probablemente fue el inductor de los sucesos en Echo.
Su
patrimonio, acrecentado por sus beneficios durante la administración
francesa, se ampliará en 1822 en Aragüés, y ya en 1844 cuando el
levantamiento liberal en Echo, aparece dicha familia como la mayor
propietaria de Los Valles.
Casa de los Rocatallada en Echo. Actualmente Casa Lacope |
De
Domingo Brun, Chandon, aún tendremos una última noticia. El 26 de
febrero de 1815, Napoleón se escapa de la Isla de Elba, embarcado
con 600 de sus fieles hasta la costa francesa. El 19 de marzo, sin
disparar un solo tiro, entra en París, en olor de multitudes, de
donde acaba de salir a toda prisa Luis XVIII el repuesto rey Borbón.
Toda la realeza europea tiembla de miedo.
Napoleón en Santa Elena |
No
volveremos a saber de Chandón. Nunca regresó a España. No pidió
perdón. Tal vez terminó sus días, como tantos otros españoles
fuera de su patria, contemplando desde otro lado aquellas montañas
entre las que nacieron.
Hecho.
27
de agosto de 2011.
Buen trabajo ;-)
ResponderEliminarMuchas gracias
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