Según parece, la primera vez que se celebró en el mundo la fiesta del árbol, fué en 1805 a iniciativa del párroco de la localidad extremeña de Villanueva de la Sierra (Cáceres). En abril de 1899 en Barcelona tuvo lugar una fiesta del árbol propiciada por una sociedad creada para el fomento de la misma, con tanto éxito en su difusión que un año después se celebraba en más de veinte municipios catalanes.
En 1904 un Real Decreto establecía las instrucciones para la celebración de la fiesta. El 5 de enero de 1915 se instauró en todo el territorio español la Fiesta del Árbol, mediante Real Orden del Ministerio de la Gobernación y una Real Orden del Ministerio de Fomento, obligando a cada ayuntamiento a fijar el día de celebración mediante sesión ordinaria del pleno municipal. Una Real Orden de 29 de abril de 1924 obligaba también a los ayuntamientos a plantar un mínimo anual de 100 árboles. Como puede apreciarse, la preocupación por la reforestación de nuestro país no es un tema de demasiada actualidad.
La revista de Echo, Bisas del Subordán que dirigen Pilar Jarné y Marta Marín, en su número 31 de 2014 publicaba un documento encontrado por Javier Baltasar en el Archivo Provincial fechado en el 28 de abril de 1931 y firmado por el Secretario del Ayuntamiento de Echo, en el que se daba cuenta del desarrollo de la mencionada fiesta del árbol de ése año, así como igualmente publicaba los recuerdos de escuela de Emilio Coarasa relacionados con dicha fiesta, incluyendo una versión del Himno al Árbol que cantaban los niños participantes, ya que fundamentalmente era una fiesta de carácter infantil.