Echo |
A principios de la década de los años treinta del pasado siglo, un pintor catalán, Josep Gausachs Armengol, pasó una temporada en el Pirineo Aragonés, especialmente en el Valle de Echo, del que surgiría una amplia obra de dibujos y aguadas que fueron expuestas a finales de 1931 en las Galerías Layetanas de Barcelona y más tarde óleos basados en aquellos. Hoy, éste pintor está prácticamente olvidado en nuestro país, no así en la República Dominicana, nación que lo acogió cuando tuvo que exiliarse tras el triunfo fascista en la llamada Guerra (In) Civil Española, y donde es ampliamente reconocido como la mayor influencia en la actual pintura moderna dominicana y sigue siendo objeto de periódicos homenajes.