Organista |
La fecha, 3 de Septiembre de 1604. El notario, como no podía ser menos, de los Pérez de Echo. En ésta ocasión, D. Agustín. Los firmantes del protocolo, son: por parte de la villa de Echo, el vicario mosén Antonio de Pueyo, el justicia de la villa Gil Castillo, y dos vecinos, Agustín Pérez mayor y Pedro Algueta.
El contratado, mosén Jerónimo Roche, presbítero y al parecer artesano experto en las reparaciones de dichos instrumentos aunque no figura en el exhaustivo trabajo de Pedro Calahorra sobre organistas y organeros en los siglos XVI y XVII , que hizo para la Institución Fernando el Católico.
Órgano actual de San Martin de Echo |
Los acuerdos que se plasman en el protocolo, obligan al dicho Jerónimo Roche, a drezar y afinar y hazer de nuebo todo lo que fuere necesario y no estubiere bueno, firme y seguro, assi en el secreto de dicho órgano como en las flautas y soldaduras de aquellas y todo lo que mas se offreciere....así como los secretos y alcaduzes del secreto.....
Uno de los acuerdos pactados es de lo más curioso, pues obliga al contratado a principiar a trabajar en dicha obra del dicho órgano luego sin divertirse ni apartar la mano della, hasta que sea hecha y acabada....
Las cláusulas de salvaguarda son igualmente de lo más estrictas. Pues además de obligarle a que el órgano quede afinado por completo y suene correctamente, establecen que compruebe la reparación un perito experto, y en caso de encontrar algún defecto, no sólo tendrá que subsanarlo por completo, si no que los emolumentos del perito correrán de su cuenta. No así si está todo bien, que será la villa de Echo la que los pague.
Sueldo jaqués de plata |
El precio por el trabajo encargado, incluye los gastos de viaje que le ha ocasionado al mencionado Jerónimo Roche, acercarse a la villa y reconocer el trabajo, y se presupuestan en dos mil sueldos jaqueses, que se pagarían en los siguientes plazos: cuatrocientos sueldos jaqueses al contado, otros cuatrocientos el día que comenzara el trabajo, y el resto al terminarlo satisfactoriamente, así como alojamiento (casa franca, dicen) mientras realice la obra.
Además de los mencionados contratantes, firman como testigos otros dos vecinos de Echo, Juan Marraco mayor y Blasco Pétriz, labradores.
(Dedicada ésta entrada a mi amigo Luis Pedro Bráviz de Echo, organista, excelente músico y mejor persona)