La plaza principal de Echo, donde
se encuentra el ayuntamiento, lleva el nombre de Conde de Xiquena. Al margen de
la evocación medieval del noble título, y de dar nombre a un afamado y añorado
grupo de rock de la localidad, poco o nada sabíamos de éste personaje, que no
siendo de la villa, había merecido el honor de dar su nombre a una plaza.
Pues bien, el susodicho Conde de
Xiquena, se llamaba José Alvarez de Toledo y Acuña, y nació en París el 6 de agosto de 1838.
Fue diplomático y como miembro del partido moderado empezó su carrera política
como diputado por Logroño en 1864, siendo reelegido en tal puesto en al menos
tres elecciones más. Fue senador por Canarias en 1879 y por Jaén en dos
ocasiones. En 1893 fue nombrado diputado por Cuba, y en 1894 Presidente del
Consejo de Estado. Militó junto a Cánovas y más tarde en el partido liberal dinástico.
Fue Gobernador de Madrid y
Ministro de Gracia y Justicia y de Ultramar, y dos veces de Fomento con Sagasta.
En 1896 fue nombrado diputado por el distrito de Jaca. En 1897 dimitió por
enfermedad.
En cuanto a su vinculación con
Echo, siempre habíamos especulado con que pudo ser por algún hecho importante para la
villa realizado desde su condición de diputado o ministro de Fomento, y Gema
Fondevila acaba de encontrar dicha vinculación en la hemeroteca del Diario de
Aragón de 1896 a 1898: fue el principal valedor y defensor de la construcción
de la carretera de Santa Cilia a Echo, obra vital para el desarrollo del valle,
que se alargaría durante años, siendo su coste aproximado de 1.000.000,- de las
pesetas de entonces.
Reconocido como Duque de Bivona (XIII) y Grande de España por Isabel
II en 1865, murió en Madrid el 18 de agosto de 1898.
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