El 30 de Junio de 1665, reinando
Felipe IV de la casa de Austria (el cual moriría tres meses después), dos
comisarios del Colegio de Médicos, Cirujanos y Boticarios de Huesca, llegaban a
Embún, con la misión de comprobar “la limpieza de
sangre” de un aspirante nacido en la localidad, que pretendía
ingresar en dicho Colegio, como médico.
Dichos enviados eran el doctor Diego
Joseph Pérez y el cirujano Juan de Lamarca, nombrados por dicho
colegio y la Cofradía de San Cosme y San Damián para el cometido indicado, y el
aspirante se llamaba Jussepe Pasqual, nacido en Embún y
residente en la ciudad de Huesca.

Sin embargo, y a pesar de la
relajación en algunos momentos de la historia de dichas restrictivas normas, la
iglesia a través de la Santa Inquisición mantenía una férrea vigilancia
exigiendo de instituciones y cofradías el mantenimiento de los estatutos de
limpieza de sangre y obligando a la ratificación
de la veracidad de su ascendencia y la ausencia de raza y mácula mora, judía o
de penitenciado por la Santa Inquisición, en las personas y familia de
quienes querían acceder a determinadas profesiones, entre ellas la de médico.

Los médicos
enviados desde Huesca a Embún, reunieron a un grupo de habitantes del pueblo
para que dieran testimonio. El principal fue el de Miquel Pasqual, labrador y vecino de Embún, de 55 años, (por el
apellido tal vez emparentado con el aspirante) que dijo:

“dixo que conoce a Miguel George Pasqual y Maria
Catarecha, padres de dicho exponiente y lo que sabe y puede decir es que el
dicho Jusepe Pasqual ha sido y es
hijo de los dichos Miguel George Pasqual
y por tal lo ha tenido y tiene este testigo”
“y que han sido y son cristianos viejos y
descendientes de tales, limpios de toda raza y macula de moros judios y
penitenciados por el santo oficio de la inquisicion en publico ni en secreto y
por tales han sido, fueron y son respectivamente tenidos y publica y comunmente
reputados de todos cuantos los conocieron”.

Los testimonios se realizan en
presencia de Martin de Alegre , Justicia y Juez ordinario de Embún, y Pedro Joseph Pérez de Hecho,
notario. Son testigos Babil Navarro , subdiácono, y Anton
Pasqual, labrador, habitantes de dicho lugar de Embún.
Así pues, al menos por lo que
respecta a la “limpieza de sangre”, parece ser que fue prueba superada y que
nuestro embunense ingresaría en la Cofradía oscense.
Este interesante documento, se
encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Huesca, y ha sido recogido y
aportado por mi amigo Javier Regla, al que como siempre agradezco su valiosa
colaboración con éste blog.
Interesante .. Gracias
ResponderEliminar