LA CRUZ DEL CRISTIANO EN ECHO Y ALGUNOS ERRORES EN SU DESCRIPCIÓN

Cruz del Cristiano

Por toda la geografía de nuestro país, y por supuesto por la del Altoaragón, pueden verse en entradas de pueblos y villas así como en encrucijadas de caminos, peirones y cruceros (cruces de término) que aun formando parte importante del patrimonio cultural, en pocas ocasiones se repara en ellos, hasta el punto de que es difícil encontrar estudios o publicaciones que se ocupen de los mismos. 

Peirón de San Antonio

Los peirones, figuras arquitectónicas de pequeñas dimensiones en forma de pilar o columna cuadrada habitualmente, están rematadas en su cabecera por una o varias hornacinas que contienen la figura del santo a cuya advocación se ha erigido y se encomienda el lugar y el camino. Son más comunes en las provincias de Zaragoza y de Teruel y más escasos en la de Huesca. En Echo, se encuentra el peirón dedicado a San Antonio en el cruce de la carretera de Echo con Ansó. 

Los cruceros o cruces de término también se levantaban en las entradas o salidas de las poblaciones e incluso en el centro de las mismas y en ocasiones suplían a la picota, que era una columna donde se aplicaban los castigos a los delincuentes y transgresores. Los cruceros, frente a los peirones, suelen tener una columna o fuste levantada sobre varias gradas o escalones rematadas por una cruz cuyo anverso representa la crucifixión de Cristo y en el reverso la imagen de la Piedad o de la Quinta Angustia de la Virgen. 

Crucero en Abay

Excepcionalmente, el tambor o capitel donde se erige ésta cruz puede estar decorado con un escudo, el Agnus Dei o Cordero Pascual u otras representaciones religiosas incluyendo también la referencia iconográfica de quien costeaba la construcción del crucero, que además del Concejo municipal podía ser un particular, normalmente para cumplir alguna promesa o voto hecho. No pocos de éstos cruceros fueron levantados en agradecimiento por el término de alguna peste o epidemia que en algún momento asoló el lugar. 

En Echo, son dos los cruceros situados a la entrada y salida de la villa. El primero, protegido por una techumbre con teja típica de la población, apoyada en cuatro columnas que lo convierte en lo que en otros lugares se denomina “humilladero” y el segundo una sencilla columna sobre grada con una simple cruz de forja, que al parecer se erigió a finales del siglo XIX, no sabemos si para sustituir a otra cruz de término más trabajada que pudo haber en el mismo lugar. 

He comentado que es difícil encontrar estudios o publicaciones sobre éste tipo de elementos patrimoniales, por eso me produjo gran alegría que en 2014, financiado por la Comarca de Jacetania y la del Alto Gallego y participación de la Asociación Sancho Ramírez de Jaca, se publicara el inventario titulado Peirones, Cruceros, Cruces y Zoques en las Comarcas Oscenses de Jacetania y Alto Gállego. Siendo sus autores Rafael Margalé e Irene Taulés. 

Cruz Alta

Sin embargo, al comprobar la información relativa a Echo, siento decir que me llevé una desilusión porque en mi modesta opinión contiene errores importantes que paso a comentar. El primero y más llamativo es el de la denominación de los cruceros. Al primero, que siempre se le ha conocido en la localidad como la Cruz del Cristiano, (hasta el punto de dar ese título a un popular sainete de D. Domingo Miral cuya acción teatral se ubica en dicha Cruz), lo denominan Cruz del Estudiante, nombre que jamás se le ha dado y que ignoro de donde puede haber salido. Al segundo crucero, que siempre se ha denominado Cruz Alta, llamándose así incluso la calle que desemboca en el mismo, lo han rebautizado como Cruz de Siresa, probablemente por encontrarse en dirección a ésa población, digo yo. 

Escudo de los Pérez

No acaban aquí las inexactitudes. Si bien la descripción de la Cruz del Cristiano es correcta en cuanto a datación, gótico-renacentista (es decir a caballo de los siglos XV-XVI), descripción del fuste acanalado y demás elementos arquitectónicos, no me parece que acierten en la interpretación iconográfica. Para empezar, el tambor o capitel de éste hermosos crucero, tiene ocho caras con distintos motivos. El primero que aparece en dos de las caras, es el del escudo de la familia que lo mandó erigir y costear, que en la publicación se adjudica a los Pérez de Suelves, linaje nobiliario que proviene del Sobrarbe y que ninguna relación tuvo con Echo. 

La casa en Echo con el escudo

Probablemente el error proviene de que en dicho escudo figuran representando el apellido, tres peras, como en el de los de Suelves. Pero es que dicha iconografía (tres peras) también figura en los Pérez de Ayerbe o en la de los Pérez de Soro o los Pérez de Oliván o en la de los que tienen más razones para ser los agraciados, los Pérez de Echo, linaje de notarios famosos cuya casa todavía se mantiene en pie en la villa así como su escudo de hidalguía que sigue luciendo las tres peras sobre la puerta principal. Más probable es pues que fueran éstos los que erigieran y colocaran su escudo en el crucero que un lejano linaje que jamás ha tenido relación con Echo. 

Los Perez de Echo. Escudo

En el libro Linajes del Altoaragón de Bizén d’o Río además de aparecer una representación gráfica de su escudo con las tres peras, podemos leer: “Los Pérez de Hecho. Existen varias ramas de éste linaje en el Altoaragón, que se distinguen unas de otras por sus asentamientos y blasones; concretamente éste linaje de la villa de Hecho, es oriundo de D. Juan Pérez que en el año de 1573 obtuvo su ejecutoria de infanzonía al demostrar que desde tiempo inmemorial había existido en dicha villa casal propio de éste linaje y se habían tenido por caballeros o hijosdalgos…….La última ejecutoria que conocemos de éste linaje está fechada en 1782 ante la Real Audiencia de Aragón.” 

Agnus Dei a la izda y el Angel 
Custodio a la dcha

El siguiente motivo que identifican en el capitel es el del Agnus Dei o Cordero de Dios, que también aparece dos veces y que lo relacionan con el cenobio de San Juan de la Peña. Si bien es cierto que Echo formaba parte de los 237 pueblos que acudían una vez al año en romería a venerar a San Indalecio en el Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña, es dudoso de que ésa fuera la razón de hacer labrar el Agnus Dei como si fuera el escudo del cenobio, ya que el Agnus Dei es una figura iconográfica muy habitual y en el escudo de San Juan de la Peña figura junto con otras dos representaciones iconográficas en tres cuarteles distintos, y de forma moderna en la Hermandad creada a mitad del pasado siglo cuyo escudo incluye el Santo Grial además del Agnus Dei. Siendo éste empleado también como representación iconográfica de San Juan ¿podría hacer alusión a alguno de los Juan Pérez que mandaron construir el crucero?. 

Santa Agueda

Otras de las dos siguientes caras, los autores del libro indican genéricamente que corresponden a dos santas. ¿Pero a cuáles?. En mi opinión, una de ellas es claramente Santa Águeda a la que se le veneraba y tenía ermita en la Val. Aparece con la bandeja en la mano derecha en la que están sus pechos cortados y sujeta con la izquierda la palma del martirio. Podría confundirse con Santa Lucía, que también era venerada en el Valle y tenía ermita propia, pues su representación es muy parecida, pero ésta suele aparecer con una espada añadida que se apoya en su pierna, la cual falta en la imagen de la que hablamos, por lo que creo que no hay duda.

 La otra supuesta santa, me atrevo a decir que no es tal, sino el Angel Custodio que tenía una de las dos capillas principales en la Iglesia de San Martín de Echo. Creo que a pesar del deterioro de las imágenes, se pueden apreciar las alas del ángel e incluso la espada empuñada en la mano izquierda. 

¿San Pedro? No.

San Miguel

Respecto a las otras dos imágenes, una es claramente San Miguel matando a un demonio, como se le suele representar, pero la otra no he conseguido averiguar de quien se trata, hasta ahora, y no encuentro ningún motivo para que, tal como se indica en el inventario mencionado, se pueda afirmar que se trata de San Pedro. 

Cruz partida

En cuanto a la cruz que corona la columna, uno de sus brazos está partido, parece ser que por los juegos poco delicados de algunos niños hace ya muchos años y según me informan, el trozo demediado podría estar custodiado en una de las casas de la villa. 

Una vez hechas las consideraciones, quiero insistir en que el trabajo de dichos autores merece todo mi reconocimiento por cuanto llevan muchas años dedicados al estudio de éste tipo de elementos por toda la geografía aragonesa, pero creo que es justo disentir cuando parece, como es el caso, que existen errores que de no corregirse, quedan establecidos para siempre. 

Y para finalizar, un ruego al Ayuntamiento de Echo: como puede apreciarse en las fotografías, el fuste y el conjunto arquitectónico se encuentra en buenas condiciones, sin embargo el capitel y las imágenes están no sólo muy deterioradas por el paso y la inclemencia del tiempo, sino que han sido objetos de inscripciones y grafitis que las han acelerado . Sería conveniente actuar para conseguir su restauración (incluyendo el brazo partido) ,antes de que entre el monumento en la lista roja o negra junto con la torre de Fernando VI, los enterramientos medievales de la Coroneta de Cebadero o el Puente de Siresa que también lleva el mismo camino. No hay tanto patrimonio cultural material como para ir perdiéndolo por no actuar a tiempo.