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El molino de Echo desde la Coroneta de Cebadero. Foto A. Martinez |
Como recordarán muchos amigos de
Echo, el talud de la Coroneta de Cebadero frente al molino,
al quedar al descubierto cuando se hizo la pista al puente y a las naves
ganaderas, dejó al aire un gran número de cistas de enterramientos antiguos.
Era habitual que los niños acabaran jugando con los huesos que afloraban, y que
incluso los llevaran a la escuela.
Hace más de 30 años, Juan Campos, uno
de los propietarios de los dos chalets que se construyeron en la zona este de
la Coroneta, me comentó que en la excavación que realizaron para cimentar el
edificio, les había aparecido un gran número de restos humanos antiguos, que
llevaron el mismo camino que los escombros.
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Una de tantas cistas aparecida en el talud. foto A. Martinez |
Igualmente, al preparar la
cimentación de las viviendas adosadas en la parte suroeste, no hace muchos
años, aparecieron varias cistas con antiguos esqueletos de época medieval según
los arqueólogos de la diputación que, ésta vez sí, documentaron el hallazgo. Estuve presente en aquella ocasión.
Por último, también se desplazaron hasta
el talud frente al molino, cuando una fotografía hecha al interior de una de
las cistas que se encontraban al aire, mostraba una forma similar a una espada.
Resultó ser una piedra que con el flash producía una sombra que daba ése efecto,
lo que comprobé igualmente junto a Luis Gutiérrez.