Del incansable amigo Javier Regla
es éste documento notarial encontrado en el Archivo Histórico Provincial de
Huesca, datado el 16 de Noviembre de 1697 en el que se da cuenta de que
“dentro
la Iglesia parrochial despues del ofertorio de la missa parroquial, mossen francisco Blazquiz moreno Presbitero
Sacristan” de dicha iglesia domiciliado en dicha villa de Echo“subió al pulpito de aquella, y estando en
el, presentes yo el notario y testigos infrascriptos, teniendo en las manos
unas originales Bulas Apostholicas siquiere Ponteficias;
Original citado AHPH. Foto: J. Regla |
“Dijo
en alta e inteligible voz al Pueblo que aquella bula era la gracia que su santidad
avia hecho de la vicaria de dicha iglesia al Licenciado Juan francisco Marraco por averla permutado Mossen Thomas Larripa Presbitero vicario que
fue de dicha iglesia por una capellania que tenia el dicho mossen Juan francisco Marraco con decreto y permisso
de su santidad
Y
que si alguna o algunas personas de dicha villa sabian y tenian noticia que en
dicha permuta de vicaria por Capellania avia o se esperaba aver algun frau,
dolo explicito o implicito de simonía por drecho y sagrados canones reprobado,
lo manifestara al Juez comissario apostholico de dichas bulas y sin dilacion
alguna”
De
las quales cosas y cada una dellas Instado y requerido por parte del dicho
mossen Juan francisco Marraco
Presbitero vicario sobredicho hize y testifique de todo ello acto publico. Fiat
large.
Antigua bula papal |
Testes;
Miguel Mange y Thomas Fonz menor, labradores vecinos de dicha villa de Hecho
Las bulas son documentos religiosos
emitidos por la Cancillería Apostólica pontificia sobre temas de la
administración papal. En éste caso, se trata de una permuta que realizan dos
eclesiásticos (de apellidos chesos) que se cambian una vicaría por una
capellanía, y la bula da la correspondiente autorización a dicha permuta.
Inocencio XII |
No eran temas menores, pues cada uno
de esos cargos religiosos solían tener asociadas unas rentas de mayor o menor
importancia. Además del permiso papal, era requisito su lectura pública para
que quien conociera que había habido en la transacción simonía (beneficio o prebendas por la venta de los cargos) pudiera
denunciarlo públicamente.
Salvo quien estuviera perjudicado
directamente, pocos se atrevían y menos en público a denunciar una práctica que
era corriente en la iglesia católica de aquellos tiempos.
Reinaba en España el desgraciado
Carlos II, “el Hechizado”, mejor dicho, sus asesores y consejeros entre los que
abundaban los eclesiásticos, y era Papa el napolitano Inocencio XII y obispo de
Jaca, Miguel de Frías Espinel. Eran tiempos de oscurantismo, fanatismo
religioso y represión.
No consta que nadie en la iglesia de
San Martín de Echo, contradijera la bula papal.
Carlos II en misa en el Escorial |
No hay comentarios:
Publicar un comentario