Desde este blog se pretende difundir la historia, el arte, la cultura y la naturaleza de la villa y del valle de Echo, uno de los enclaves pirenaicos de Aragón, más hermosos y dinámicos. Su pasado, presente y futuro merecen la pena conocerse y compartirse. Con mi admiración , cariño y la mayor modestia.

sábado, 8 de abril de 2023

EL RETABLO DE LA IGLESIA DE SAN MARTIN DE EMBÚN


EL RETABLO DE LA IGLESIA DE SAN MARTIN DE EMBÚN

(El siguiente artículo se publicó el pasado año de 2022 en el número 38 de la revista Bisas de Lo Subordán. Las fotografías del retablo de Embún son de Richard Cash.)


El Valle de Echo tiene entre sus cuatro núcleos habitados, tres de sus iglesias dedicadas a San Martín (Echo, Urdués y Embún). Las de las dos primeras poblaciones sufrieron en 1809 el furor de los napoleónicos, que como táctica habitual, reducían a escombros y saqueaban a aquellas poblaciones en que se les presentaba una oposición armada, como escarmiento ante las restantes.

Durante la Insurrección de Los Valles en el verano de 1809, la iglesia de San Martín de Urdués fué saqueada y quemada el día 28 tras los combates habidos en el camino de Aragüés a Urdués así como la mayoría de las casas del pueblo y tras romper la resistencia que se les hizo en la entrada de Echo, quemaron ⅔ partes de la villa (137 casas) incluyendo la iglesia también dedicada a San Martín, desapareciendo en el incendio prácticamente todos los retablos y altares que contenía. Los que hoy podemos contemplar son los que sobrevivieron en el convento mercedario de Nuestra Señora del Pilar en Embún (que también fue incendiado durante los combates) construidos en el siglo XVIII y que fueron trasladados a Echo tras la desamortización y la reconstrucción de la iglesia que terminó en 1833.

El día 29 de agosto de 1809 las tropas francesas en su camino hacia Ansó y el Roncal persiguiendo a los guerrilleros de Sarasa, saquearon y quemaron el altar y retablo mayor de la Iglesia de San Pedro de Siresa (donde no se les había hecho frente), así como la sacristía y parte del archivo. Así pues, con excepción de los retablos góticos que quedan en la Iglesia de San Pedro de Siresa, el único retablo original barroco y dedicado a San Martín que se mantiene es el de la iglesia de Embún donde los napoleónicos no llegaron a entrar por la premura que tenían en perseguir a los guerrilleros que tras los combates en el convento mercedario se dirigieron hacia el valle de Aisa.

LA DEVOCIÓN A SAN MARTIN

San Martín de Tours, hijo de un tribuno romano, nació en Sabaria, actualmente territorio de Hungría hacia el año 316. Enrolado en la milicia romana a los 15 años, fue destinado a la Galia. Se hizo cristiano , según la tradición, a los 18 años tras aparecérsele Jesucristo tras el conocido episodio en el que no teniendo nada que darle a un pobre, le dio la mitad de su capa que cortó con su espada. Así se le suele representar iconográficamente.

San Martín de Tours


Liberado del ejército se dedicó por completo a la religión tras ser ordenado sacerdote por San Hilario, y tras numerosos viajes y episodios, fundó el primer monasterio de Francia cerca de Poitiers. Ordenado obispo de Tours en 371 falleció en Candes en el año 397 a los 81 años de edad el 8 de noviembre, siendo enterrado el 11, fecha en la que se celebra su santificación.

La tradición, y los gozos y novena de la parroquia de Echo, dan por bueno que pasó por la localidad para asistir al Concilio de Zaragoza del 380 para condenar el priscilianismo. Sin embargo no fue así, pues está documentado que a dicho Concilio sólo asistieron representando a las Galias, Delfín, obispo de Burdeos, y otro obispo de nombre Fitadio o Febadio.

En nuestro país, aproximadamente 313 localidades tienen a San Martín entre sus patronos religiosos y el territorio por el que se extienden, coincide en su gran mayoría con la zona pirenaica y al norte del río Ebro. El culto a San Martin y a San Esteban, parece haber comenzado y extendido en nuestro país hacia el siglo IX coincidiendo con la entrada de los francos por los valles pirenaicos incluyendo, como está documentado, los Valles de Echo y Ansó. “En el siglo VII en el palacio de los reyes francos se conservaba una capa, atribuida al citado San Martín, que servía para recoger los juramentos de fidelidad….En el año 828 se construyó el Monasterio de San Martín de Ciellas a la entrada del Valle de Ansó..”. (Historia de Aragón. Orígenes de Aragón. Antonio Ubieto Arteta. Zaragoza 1989, Pág. 51).

EL RETABLO ESPAÑOL

En la Edad Media , especialmente a través del arte románico que fue el estilo artístico predominante en Europa durante los siglos XI, XII y parte del XIII , las iglesias utilizaban las pinturas de sus muros interiores y sus capiteles arquitectónicos con relieves y esculturas para establecer una narración de las escenas bíblicas que fueran entendibles para el pueblo llano.

Más tarde, en los siglos posteriores, XIII, XIV y XV al arte evolucionó al denominado estilo gótico y surgió el retablo religioso, la gran aportación española a la historia del arte que realizó ésa función didáctica de ilustrar a los fieles en los últimos siglos medievales y a comienzos del renacimiento. En ése período, los retablos se realizan fundamentalmente a base de pintura sobre tabla y tienen unas dimensiones sencillas.

Con la llegada del arte barroco durante los siglos XVII y XVIII el arte religioso evoluciona y la iglesia que tras el Concilio de Trento impulsó y revalorizó el culto a los santos por medio de la imagen supo aprovechar las posibilidades que ofrecía el retablo barroco para atraerse a los fieles mediante la intensificación de las emociones y los sentimientos religiosos , además de ser un método del control de la sociedad (J.M. Maravall. La cultura del barroco. Barcelona 1983).

Los retablos barrocos se convierten en grandes representaciones arquitectónicas que utilizan la pintura y la escultura, la talla en madera principalmente y más tarde materiales pétreos como el alabastro o el mármol. No hay iglesia , ya sea ermita o catedral que no desee contar con semejante instrumento y al mismo tiempo embellecer su templo.

Un retablo de la Catedral de Tarazona. Foto: A. Martínez


LA IGLESIA DE SAN MARTIN DE EMBÚN

La iglesia de Embún ha pasado por varias fases constructivas a lo largo de su historia. Quedan algunos vestigios del primitivo templo románico (en la parroquia y la llamada “cárcel”) modificándose y ampliándose hasta las tres naves actuales durante el siglo XVI, tal como indica la fecha de 1553 inscrita en la portada de la iglesia. El interior del templo se renovó completamente durante el siglo XVIII y se le agregó el coro alto a los pies así como una torre campanario que sustituiría a la antigua espadaña románica. Lo más destacable del templo es el retablo barroco, al que nos referiremos a continuación.



EL ENCARGO DEL RETABLO DE SAN MARTIN DE EMBÚN

A partir de 1600 en Aragón se imponen dos tipos básicos de retablo: el unitario, clásico y sencillo y el romanista, el más extendido, concebido como una gran obra arquitectónica que cobija entre sus cajas y entablamientos figuras e historias. En las primeras décadas del siglo XVII el Altoaragón es un hervidero de pintores, escultores, carpinteros, ensambladores, etc. que se afanan por las iglesias y ermitas pirenaicas trabajando en los retablos. Cuadrillas de mazoneros de la vecina Navarra, de Huesca y Zaragoza trabajan sin descanso de uno a otro templo cumpliendo los encargos.

Embún no fue ajeno a aquella corriente y moda y el 18 de mayo de 1615, su vicario perpetuo mosén Martín Gan , jurados Pedro Grosín, Domingo Nabarro, Babil Pasqual y el lugarteniente del primiciero Domingo de Gan en sustitución por enfermedad del primiciero principal Martin Alegre , encargan al pintor Agustín Xalón pintor y ciudadano de la ciudad de Jaca , la obra del retablo mayor de la iglesia del lugar y sus puertas (de estilo romanista). El encargo se formaliza mediante capitulación (contrato) ante el notario Matheo de Conte.

Agustín Xalón, El Viejo, natural de Jaca , era miembro destacado de una de las familias de artistas aragoneses más importantes de los siglos XVI y XVII. Era hermano de Nicolás y Juan Jerónimo, el viejo, con el que trabajó en numerosas ocasiones. Su trabajo está documentado entre 1596-1638 y residió en Jaca hasta su traslado a Huesca en busca de mejores oportunidades de trabajo. Entre sus trabajos o colaboraciones conocidas se encuentra la pintura y decoración de Nuestra Señora del Pilar en la ciudad de Jaca, la peana de la Virgen del Rosario de Sallent, los retablos de Lanuza , Santa Orosia ,Larrés, Sieso y los retablos laterales de la iglesia de Fago así como el retablo mayor del convento de dominicos de Huesca. En la localidad de Arbués es obra suya el retablo dedicado a San Pedro, el de la iglesia de Yebra y realizó trabajos para la iglesia de San Francisco de Jaca así como para las localidades de Bergua, Ansó y Sádaba. (Datos de la biografía de la Real Academia de la Historia y del AHPH).

Retablo de la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora en Larrés.

En la capitulación para el retablo de la iglesia de San Martín de Embún, se acuerda que el dicho Agustín Xalón...se obliga hazer un retablo para dicha capilla mayor assi de madera como de pintura según un rasguño y traza (se refiere al boceto, que comentaré más adelante) que el dicho Agustín Xalón ha dado y entregado que queda en poder de mi dicho notario inserto al fin de la presente capitulación.

El contrato comenta numerosos detalles y así establece que los santos y figuras deberán de ser de bulto, medio relieve y pincel (esculturas exentas o de bulto, relieve en madera o pintados) y le permite hacer modificaciones añadiendo o quitando elementos de su traza (boceto) atendiendo al mejor beneficio de la obra.

También indica que el retablo deberá hacerse de madera de pino bien curado para evitar que se abra si está verde y que el pintor está obligado a dorar toda la obra con oro fino y sobre el oro grabar y estofar los santos, frisos y cajas de las figuras. En cuanto a “...los tableros de pintura que van en el retablo bajo han de ser al oleo y que las figuras de reliebe y medio relieve y niños y serafines hayan de ser y sean encarnados al pulimento con la mayor perveccion que se pueda”.

Llama la atención los detalle técnicos tan minuciosos que quedan establecidos en el contrato. Hay que destacar que se acuerda igualmente que se construyan unas puertas pintadas sobre lienzo por las dos caras, que eran habituales colocar en los retablos tanto como protección como para cumplir con la cuaresma y cubrir todo tipo de imágenes en esos días. En ése sentido, se le indica al pintor que por la parte interior las pinturas deberán ser al óleo en colores para que se aprecien cuando estén abiertas y deberá pintar historias relacionadas con Nuestra Señora y por la parte exterior deberán pintarse en blanco y negro otras relacionadas con la Pasión. Son muy pocas las puertas móviles que han llegado hasta nuestros días al ser elementos ligeros y de dificil conservación. Podemos apreciarlas en la iglesia de San Pablo de Zaragoza donde se recuperaron de sus almacenes en una de las últimas intervenciones en la iglesia y en la catedral de Roda de Isábena. Las de Embún, lamentablemente no se conservan.

Iglesia de San Pablo en Zaragoza con las puertas móviles cerradas (izda) y abiertas (dcha)

El plazo que se establece para la terminación del retablo es de un poco más de dos años, pues se acuerda que esté terminado y colocado para el día y fiesta de San Miguel (29 de septiembre) del año 1617. También se le pide al pintor que deberá retirar el altar viejo y asentarlo en la capilla de San Miguel de la misma iglesia.

Sigue la capitulación indicando que al término del trabajo se realizará el visado y tasación por dos oficiales expertos nombrados por cada una de las partes.

En cuanto al pago del trabajo, se establece de una forma un tanto peculiar. Al parecer el Consejo de Embún tenía adquirida una deuda de la primicia impagada con el vicario desde 1614 por importe de 635 libras, trece sueldos y diez dineros y el pago de la misma se le traslada al pintor, que deberá cobrarla en los siguientes plazos: tres mil quinientos sueldos jaqueses para el día de navidad de 1615 y el resto en las otras dos navidades siguientes con dos pagas iguales.

En el caso de que el trabajo realizado superara la cantidad asignada, se acuerda que la diferencia se le pagará al pintor de los bienes y rentas de la primicia que el concejo tiene que abonar a la iglesia, una vez ...reserbado a la yglesia sustento de çera aceyte y lo demas nescesario conforma la pusibilidad que dicha yglesia tubiere”. Es decir, de una forma u otra, dándole la primicia a la iglesia o directamente al pintor, el pago lo realizaba siempre el pueblo llano .

EL RASGUÑO O TRAZA DEL RETABLO (BOCETO)

Si bien el contrato establece pormenorizadamente varios de los aspectos que tendría que cumplir el trabajo a realizar en el retablo, no aparece en el mismo ninguna referencia a la iconografía que debería de representarse en él. Esto es así porque dicha iconografía se encontraba detallada en el rasguño o traza (boceto) que acompañaba a la capitulación. Y dicha traza se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Huesca, y puede descargarse (como yo lo he hecho) desde la Biblioteca Virtual del Gobierno de Aragón y su imagen la incluyo en el presente artículo.

Rasguño citado del retablo de San Martin de Embún

A primera vista de la misma, tres cosas llaman la atención: la primera que no se haya hecho referencia a ésta traza en ninguna de las informaciones que describen el retablo y la iglesia de San Martín de Embún. La segunda, que en las informaciones escritas en las páginas turísticas e informativas se diga que el retablo constaba de tres cuerpos (pisos) y que sólo han llegado dos hasta nuestros días , cuando podemos comprobar por el boceto, que sólo constaba de dos pisos y que por lo tanto el retablo está completo tal como se encargó y concibió. Y la tercera, que el pintor Agustín Xalón hizo uso de su prerrogativa de hacer modificaciones añadiendo o quitando elementos de su traza (boceto) atendiendo al mejor beneficio de la obra.

El diseño original del retablo (que se divide entre pisos y calles y éstas en casas separadas por entrecalles) según la traza, era el siguiente: en el primer piso de izquierda a derecha, irían un apóstol , la degollación de San Juan Bautista de medio relieve, un apóstol, San Fabián, en el centro el Sagrario muy juntico a lo moderno. Los santos de medio relieve y que se abra entero con sus solapas y talla y remates, un apóstol, San Sebastián, apóstol, El martirio de Santa Juliana, apóstol.

Degollamiento de San Juan Bautista


En el segundo piso: En el centro, San Martín a caballo con el pobre y rodeando ésta figura principal, a su izquierda San Pedro de relieve entero y sobre él Santa Orosia de medio relieve o entero, historia del santo de medio relieve y sobre ésta apóstol de medio relieve. A la derecha de la figura principal de San Martín, historia del santo en medio relieve, sobre ésta apóstol de medio relieve o entero, San Pablo de relieve o entero y sobre éste, Santa Bárbara de pincel.

Santa Bárbara


Finalmente en el remate o ático, un calvario, franqueado por dos arcos con dos apóstoles. Estos arcos en la obra final no se incorporaron quedando el calvario solamente, sin los apóstoles.

Calvario

En la traza aparecen también las medidas del conjunto: Ancho 20 palmos (en el sistema lineal aragonés cada palmo equivalía a 12 dedos es decir, 19,237 cms), así pues 3,84 metros y de Alto 27 palmos (5,19 mts). Sobre el dibujo del sotabanco o predela sobre el que se asienta el retablo aparecen las siguientes firmas en la traza: Yo, Martin Gan, párroco de Embún, Yo Agustín Xalón y Yo Pedro Grosín, jurado.

En cuanto al altar mayor, en el que aparece en su frontal San Martín obispo, flanqueado por San Vicente y otra figura que no he identificado y que por el símbolo del libro sería un doctor de la iglesia, no es posible establecer su autoría, ni siquiera su relación con el resto del conjunto del retablo, al menos hasta que no aparezca algún documento en el que quede explicitado.


Altar Mayor

No está clara la fecha en la que se terminaron los trabajos por cuanto a pesar de estar establecido que fuera para San Miguel de 1617, lo cierto es que fue en 1624 cuando se capitula el que dos expertos de acuerdo con ambas partes vieran y tasaran la obra realizada. Estos fueron Rafael Pertus, pintor y Joan Miguel Orlienes escultor, ambos de Zaragoza que el 15 de octubre de dicho año 1624 certifican que la obra está correctamente terminada y que su valor es de 3.834 escudos de a diez reales (de plata).

La obra que hoy podemos contemplar, lleva cuatrocientos años acompañando la historia de la localidad de Embún y de sus gentes, y pese a que en 1802 el fraile Mateo Sumán la describiera en su Diccionario Geográfico del Reino de Aragón, Partido de las Cinco Villas así: Su altar mayor cuyos titulares son San Martin obispo de Tours y Santa Bárbara virgen y mártir es todo de madera y muy mal acabado , sigue siendo un retablo modesto pero representativo del quehacer artístico del inicio del barroco en el Alto Aragón. Espero que éste artículo sirva para valorarlo en su justa medida.


Antonio Martínez Valero.

9 de abril de 2021 día de Santa Casilda.









2 comentarios:

  1. Buen artículo y preciosas fotografías. Gracias

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    1. Muchas gracias. Las imágenes son de Richard Cash, vecino de Embún.

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