AÑO 1701. EL PAGO AL MAESTRO HERRERO Y ALBEITAR DE ECHO

En unos tiempos en los que todo el transporte de mercancías, madera, viajeros, etc. se realizaba a lomos de caballerías, fundamentalmente mulos y asnos, eran necesarias personas con conocimientos de las enfermedades de los mismos y que las supieran tratar. Antes de denominarles veterinarios, se les llamaba albéitar, palabra de origen árabe que a su vez provenía del griego.

A partir del siglo XVI se comienza a utilizar la denominación de veterinario para aquellas personas que disponían de estudios específicos para el cuidado y tratamiento de los animales, quedando el término albéitar para designar a campesinos sin estudios pero con gran conocimiento de las enfermedades de las bestias, adquirido por la experiencia. Normalmente éstos solían ser los herreros, y ejercían en localidades donde no había veterinario, en unos tiempos en los que éstos eran escasos, y las caballerías muy abundantes y necesarias.

El documento que hoy comentamos, es una apoca o recibo emitido el 28 de febrero del año 1701 y en el que en la villa de Hecho, Alonso Martines maestro albeitar y de herrar que reside en la misma villa, certifica haber recibido “otorgo y confiesso haver recivido en mi poder de la valle de Hecho y por manos de los jurados que fueron el año passado y de presente, son de aquella la cantidad de quarenta y dos caizes de trigo pan bueno y de recevir mesura (medida) del presente Reyno de Aragon...como puede verse, el pago era en especie.

A continuación, indica el origen del pago, que es  la qual cantidad es por lo que la dicha villa y valle de Hecho me avia de dar y pagar por la conducion que tengo con aquella de Albeytar por tiempo de dos años que empezaron a correr desde el dia y fiesta del señor san Miguel del mes de setiembre del año 1698 y fenecieron dicho dia y fiesta de san Miguel de 1700, a veinte y un caiz de trigo por cada un año”.

Es decir, se le estaba pagando nada menos que dos años de su servicio como albéitar y maestro de herrar, pero el documento se firma en febrero de 1701 y el contrato había terminado en septiembre del año anterior. Pero nada quedaba sin estipular y concretar entre nuestros antepasados, pues..

“Y amas otorgo aver recivido la ratta (prorrateo) que se me devia dar por el tiempo que servi amas de dichos dos años”. Cuenta liquidada con el pago de la parte proporcional generada.

Firman el documento, además del maestro albéitar, los jurados de la villa que resultan ser ambos infanzones, de nombre, Juan Marraco  y Juan Mange.

El documento se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Huesca, y ha sido aportado por Javier Regla.