Desde este blog se pretende difundir la historia, el arte, la cultura y la naturaleza de la villa y del valle de Echo, uno de los enclaves pirenaicos de Aragón, más hermosos y dinámicos. Su pasado, presente y futuro merecen la pena conocerse y compartirse. Con mi admiración , cariño y la mayor modestia.

sábado, 7 de enero de 2017

VALLE DE ECHO: LAS DOS TORRES DEFENSIVAS DEL CAMINO VIEJO A OZA.

 
Torre de Fernando VI o castillo nuevo. foto: Julio Soler c. 1910

Esta nueva entrada, hace el número 200 del blog. Un número redondo que coincide con el principio del nuevo año. Es por ello, y sin que sirva de precedente, que la misma tiene una extensión mayor de lo habitual. Entre otras razones, porque el tema lo merece.

Tradicionalmente se viene denominando Torre de Ysil (o de Sil de forma más actual), a los restos de una edificación militar (cada día más deteriorada y abandonada) en el antiguo Camino a Oza, adjudicándosele la construcción a Tiburcio Spanoqui en tiempos de Felipe II hacia 1592. Pero ambas apreciaciones están equivocadas. Ni es la Torre de Ysil, ni es la que mandó construir el Rey Prudente. 
Los argumentos fueron explicados ya en mi artículo de diciembre de 1999 publicado en la revista chesa, Bisas de Lo Subordán, pero como suele suceder a menudo, no se tuvieron en cuenta y siguen apareciendo los mismos errores en nuevas publicaciones como en la de Torres y Castillos del Altoaragón e incluso en algunas del mismo valle, lo que me ha motivado para insistir en el tema. 

Con nuevos datos recogidos en estos años, creo que puede demostrarse la existencia de dos torres defensivas, construidas en dos épocas distintas en dos puntos distintos del mismo camino y confiar en que no persista el error, puesto que como pasa con la mentira, un error repetido mil veces acaba convertido en un acierto o una verdad.

La Torre o Fuerte de Ysil (Spanoqui lo escribe así), formaba parte de un conjunto de obras defensivas con las que Felipe II ordena fortificar el Pirineo aragonés, en previsión de una invasión de los hugonotes franceses y los partidarios de los Lanuza, tras la ejecución del Justicia Mayor, Juan de Lanuza y conculcación de los Fueros de Aragón tras el incidente relacionado con Antonio Pérez. Con ése fin se construirán castillos y fortificaciones y se reforzarán villas. En la zona de Los Valles,  dos torres defensivas, una en Ansó y otra en Echo.

Dibujo de Spanoqui
Spanoqui describe así en su informe, el lugar elegido para la construcción de la de Echo: “….A tres leguas de Hecho ay la puente de zuazque (Suasqui) donde se juntan dos passos el de Palos y el de agua Tuerta y todos vienen a parar a la puente de ysil donde ay un passo en estremo fuerte a dos leguas del pueblo de hecho en el qual cualquier poco reparo aseguraría el passo totalmente el frontero resenño demuestra su aspereça y costaría muy poco mandarle hazer una torre de la forma de las demás pues el sitio es conforme a los otros, otros passos ay que se podrían defender mas este por todos respetos es el mas a propósito.”

El ingeniero acompaña el texto con un dibujo a mano, que no deja ninguna duda, como puede apreciarse, de cuál es la ubicación elegida perfectamente identificable aun en el día de hoy: en el que llamamos Camino Viejo a Oza, atravesando el puente de Ysil.

El mismo lugar. Ubicacion de los resto señalada.
 Una vez completada la serpenteante subida, y antes de seguir el descenso hacia Oza, se encuentran al lado del camino, unos restos de una construcción, de la que sólo quedan tres pequeños lienzos de aparejo, que son lo que queda de la Torre, o Fuerte de Ysil, como aparece en los mapas antiguos. Por si queda alguna duda, desde la carretera, entre la maleza y los árboles, llega a apreciarse un basamento o cimentación que servía de apoyo y de contención del camino en aquél punto. Por cierto, en las proximidades existe una cueva, popularmente llamada de los “cucharones”, que se ha denominado siempre, Cueva del Castillo.

Restos de la torre de Felipe II
Juan Bautista Labaña, el geógrafo portugués al servicio de Felipe II y de Felipe III, en la confección de su Itinerario del Reino de Aragón, al hacer la descripción del valle y sus caminos, cita textualmente en el año 1610:

“…El fuerte del Puente de Asil (Puente de Ysil) en el valle de Echo”.

¿Y cuál es pues, la torre defensiva que encontramos en nuestro camino por la Calzada Romana, que viene erróneamente denominándose de Ysil, y adjudicándose su construcción equivocadamente a Spanoqui y Felipe II?.

Leamos lo que dice el oficial del Correo General de la Corte, Bernardo Espinalt y García, en su obra El Atlante Español publicada en 1779 al referirse a Hecho en el apartado sobre el Reyno de Aragón página 243:

Lo que queda de la torre
“…Antiguamente había un Castillo situado en el camino principal, que va a Francia, con un destacamento más o menos numeroso, según lo exigían las urgencias: por orden del Rey Don Fernando el sexto (reinó desde 1746 hasta 1759) se construyó otro nuevo en la misma carrera de aquel Reyno, en distinto parage en las inmediaciones de su Frontera, que se guarnece, según la Tropa que tiene la Plaza de Jaca.” ….

Cualquier conocedor de la zona, comprobará que ésta torre se encuentra aproximadamente a un Kilómetro y medio de distancia del lugar dibujado por Spanoqui para ubicar el Fuerte.

Pero no quedan aquí los argumentos. El fraile ilustrado Mateo Sumán, en su Diccionario Geográfico del Reino de Aragón, Partido de Cinco Villas, redactado en 1802 y no publicado hasta el pasado 2015, con su habitual minuciosidad y precisión nos dice al hablar sobre los castillos del Valle de Echo:

Torre de Fernando VI
“…En tiempo de Felipe II se mandó construir el castillo viejo que estaba a la orilla izquierda del Aragón Subordán en el término o puerto de la Costatiza, a distancia de cerca de tres horas de la villa, y media hora distante del castillo nuevo que hoy existe a la orilla derecha del rio Aragón, y se edificó en tiempos de Fernando el VI. Es de forma cuadrada, a modo de torre, es pequeño. Tiene dos divisiones, alta y baja, con oratorio muy pequeño. Cabe poca tropa. Se sube a él con escalera portátil. Dista poco más de dos horas de Hecho; está situado en el término llamado el Bozo, en el Camino real que guía a Francia”.

Juan Martin Zermeño
Para completar la información mencionaremos que el ingeniero militar que en época de Fernando VI proyectó la edificación de la torre o castillo nuevo, se llamaba Juan Martin Zermeño  y su hijo Pedro siguió los pasos del padre. El rey le concedió título nobiliario por sus servicios.

Actualmente. Lienzo norte desplomado.
Espero que todos estos argumentos demuestren definitivamente la existencia de dos torres. La de Ysil edificada por Spanoqui en época de Felipe II y de la que quedan solamente unos restos, y la de Fernando VI construida por Zermeño y de la que pronto no quedará igualmente más que un montón de piedras, pues tras conseguir que se interviniera en ella para evitar su desplome hace casi veinte años, la obra realizada resultó chapucera e ineficaz continuando el deterioro hasta que hace tres años se desplomó el lienzo de la cara norte, desnivelándola.

 A la Diputación General de Aragón le ha sido reclamada por el Ayuntamiento la intervención urgente, sin que se haya molestado siquiera en enviar a sus técnicos para evaluar el daño.

Pronto habrá que incluir ésta torre junto con los pueblos, ermitas, puentes y demás patrimonio que unas veces el tiempo, y otra la desidia de las instituciones ha hecho desaparecer. Y con ella otro pedazo de nuestra historia....irrepetible.







6 comentarios:

  1. Felicidades por tu blog y tus 200 entradas, todas a cual mejor. Eres un libro de historia, amenizado por unas preciosas fotos.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu amable opinión Rosa.

    ResponderEliminar
  3. Muy interesante, gracias. Antonio el tema de la "calzada" está en discusión, parece que por sus características no pudo ser nunca "Calzada", aunque si una via de comunicación importante, pero ocurre como tu indicas con la Torre de Ysil, a fuerza de repetir una afirmación, y no reconsiderarla, se puede eternizar un error.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tu opinión. Respecto al tema de la calzada, conozco la discusión planteada, y los argumentos a favor y en contra. No obstante, como dices, es innegable la importancia como vía de comunicación desde tiempos muy lejanos. Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Es evidente que esa torre, la de Felipe VI, caerá por el mismo peso que se extiende la desidia pública en el patrimonio cultural de los Valles Occidentales; si de su recuperación se derivase algun beneficio económico, para contratista y consultor, hace tiempo que habría hasta un plan de gestión asociado al mismo, con una financiación anual que se justificaría quitando las telarañas a los recovecos de la construcción, cada mes.

    Pero no es así; resulta más útil, a ciertos estamentos, sostenter con su desidia la ignorancia y la confusión sobre la propia historia de cada lugar; es como "incumplir los fueros" pero de modo pausado, sordo y recalcitrante...total, como ya se dijese hace 20 años por un destacado gestor público, todos estábamos condenados a emigrar a ciudades como Zaragoza o Huesca; ahora ese torreón y otros elementos son el símbolo de su nueva preocupación: la rampante despoblación y sus consecuencias derivadas, como es la pérdida de la memoria histórica-primer eslabon del afianzamiento de la cultura- y lo que es peor: la falta de interés suficiente en recueprarla.

    Gracias por tu iniciativa.

    ResponderEliminar
  6. Completamente de acuerdo con tu comentario. Lo triste es que ya hace años a base de presiones de particulares conseguimos una primera intervención para su consolidación que fue una chapuza total por no elegir la administración correctamente a la empresa que intervino ni realizar ningún control. También se elaboró un plan colectivo de intervención sobre elementos patrimoniales del Valle proponiendo un uso para cada uno (casa de ganaderos, antiguo tejar, torre de Fernando VI...) que duerme en los archivos municipales. Se hizo de forma gratuita por la Facultad de Aparejadores de Madrid, como proyecto de fin de curso.Todo ignorado. La falta de interés por el patrimonio y la memoria histórica que comentas es un elemento común en el medio rural y en las ciudades. Así nos va.

    ResponderEliminar