AÑO 1834. VIOLENTOS SUCESOS EN ECHO AL COMIENZO DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA

Zumalacárregui

Carlos Maria Isidro

Tras la muerte del rey felón Fernando VII en 1833, su hermano Carlos Isidro se postula como pretendiente al trono de España ignorando la derogación de la Ley Sálica de 1830 mediante la Pragmática Sanción, que el mismo había aceptado, y negando la legitimidad a su sobrina, la que luego sería Isabel II. Sus pretensiones dieron pie a la Primera Guerra Carlista, una de tantas guerras civiles a las que tan aficionados hemos sido en éste país. Ésta duraría nada menos que seis años, hasta el 4 de enero de 1839 y desgarraría el país en una lucha fratricida con episodios de gran crueldad por parte de ambos contendientes, los carlistas por un lado y los cristinos o partidarios de la reina regente María Cristina por otro.

Atlas de Historia de Aragón

En Aragón los acontecimientos bélicos más importantes se produjeron en la zona que va desde Cariñena hasta el Maestrazgo, con el general carlista Cabrera como protagonista principal. En Zaragoza se produjo la frustrada cincomarzada en 1838 y en el Altoaragón, la Expedición Real carlista hacia Cataluña, con la toma de Huesca y Barbastro.

 Si buscamos información de cómo afectó dicho conflicto a Los Valles, sólo encontraremos en los libros y atlas de historia, una pequeña referencia a que algunas partidas carlistas provenientes de Navarra se movían por el territorio, especialmente de Ansó y hacia las Cinco Villas. Siempre me había sorprendido no encontrar ninguna información relativa a cómo se vivió este conflicto en el Valle de Hecho, pareciendo que se había librado milagrosamente del mismo. Pero nada más lejos de la realidad. 

Recientemente he localizado en algunos ejemplares de El Diario Balear  y en La Revista Española, ambos de 1834, el relato de algunos episodios que tuvieron lugar en Echo en los primeros meses de la guerra, que me dispongo a transcribir. El relato es un tanto largo para lo que suelo subir al blog, pero creo que merece la pena.

El primero de ellos aparece en el Diario Balear del 9 de mayo de 1834, y haciendo referencia a una información del Centinela de los Pirineos dice:

"... que el denominado 6º Batallón de Navarra y 1º de Aragón mandado por el famoso Caragol conocido por sus hechos en Cataluña en el año 1827 puede borrarse de la lista de los llamados del Rey Carlos V.  Constaba de 75 hombres entre útiles e inútiles, forzados y voluntarios y aunque han bajado por el alto Aragón no han aumentado sus filas con un sólo montañés. En Echo abrieron la cárcel para que saliesen seis mozos que se hallaban por complicidad en una herida hecha a otro del pueblo; y a pesar de estar entre ellos el agresor, se negaron a salir de la prisión; tal es el odio que inspira el vandalismo; estas causas y desavenencias con Zumalacárregui por haber pedido algún dinero a dos pueblos navarros, movieron a Caragol a trasladar sus reales a Cataluña, emprendiendo con este motivo una marcha desde Echo  verificándolo el 17 por las cimas del Pirineo". Esto sucedía los días 10 y 11 de abril de 1834.

Antes de seguir diremos que, el tal Caragol se llamaba Agustín Saperes y fue uno de los cabecillas de la insurrección ultrarrealista de 1827 en la que los llamados Agraviados o Malcontents tomaron la ciudad de Manresa y una gran `parte de Cataluña obligando al ejercito de Fernando VII a intervenir. Varios de los dirigentes fueron colgados, y el tal Caragol se refugió en Francia. Se consideran estos hechos como un antecedente de las guerras carlistas.


La expedición de Caragol en 1834 acabó igual que lo de Manresa. El gobernador de Jaca enterado de su itinerario tras salir de Echo, acometió a la columna que buscó refugió en el Valle de Tena donde los paisanos los recibieron a tiros, y tras descalabrar y hacer prisioneros a la mitad de sus partidarios, tuvo Caragol que refugiarse de nuevo en Francia. Entre los prisioneros estaba su mano derecha, Joaquín Sebastián de 39 años, que tras juicio sumarísimo fue fusilado en Jaca.

El segundo episodio fue mucho más grave y de mayor repercusión en La Val. Lo relata La Revista Española en su ejemplar del 6 de julio de 1834:

"El Excmo Sr. capitán general por el parte que ha recibido del gobernador de la plaza de Jaca ha sabido que el día 27 del pasado (junio) el destacamento que se hallaba en el puerto de Hecho , compuesto de dos oficiales, 110 hombres procedentes del regimiento 13 de línea y del provincial de Burgos, fue atacado por los rebeldes navarros al amanecer de dicho día, en una ermita que está a tiro de fusil de distancia del pueblo donde había tomado posición hacía poco rato la tropa a las órdenes del teniente del provincial de Burgos D. Ramón Vélez Frías y el subteniente de Mallorca D. Patricio Lauro , y aunque los facciosos pasaban de 1.000 hombres , el destacamento se resistió y sostuvo con valor y serenidad durante más de cuatro horas, hasta que casi se les concluyó las municiones; pero acosado y flanqueado por la inmensa superioridad de número del enemigo , tuvo que ser envuelto y precisado a retirarse por cerros elevados y malos caminos , perseguido constantemente de modo que algunos de sus individuos, por lo penoso de la marcha , no pudiendo seguir , quedaron rezagados y unos fueron muertos y otros prisioneros, entre estos el teniente Vélez Frías, habiéndose retirado  con la mayor parte de la fuerza y presentado en la plaza de Jaca el subteniente Lauro, según avisa su gobernador, quien por las últimas noticias que dá no faltan más que 16 o 17 hombres del destacamento. Los rebeldes, según su bárbara costumbre, asesinaron al administrador de Siresa y a un primo suyo en el pueblo de Hecho , de donde se llevaron muchos efectos y varios pudientes a quienes han exigido seis mil duros por su libertad".

Pero será en el siguiente número de La Revista Española del 12 de julio de 1834 de donde obtengamos más datos sobre lo que ha pasado en Echo así como de la identidad de los asesinados, los secuestrados y el alcance de los robos perpetrados:

"Tenemos a la vista cartas con textos que manifiestan el lastimoso estado en que los rebeldes de Zumalacárregui han dejado la desgraciada villa de Hecho en la incursión que verificaron el día 27 de junio y según ellos resulta respecto a los paisanos.
Huyendo del poder de los facciosos fueron asesinados, D. Juan Brun de Val administrador de Siresa, residente en Hecho, D. Mariano Brun primo del anterior , hacendado, y D. Juan Antonio Pétriz, hacendado.
Heridos, José Turrán, Vicente Velzuz y Pedro Mateu.
Los nombres de los sugetos cuyas casas fueron saqueadas son: D. Martin Catarecha llevándose entre otras cosas tres mulos de carga y dos relojes de mucho valor. D. Gerónimo Rocatallada , cuatro mulos de carga y el caballo de su parada; el recaudador de reales contribuciones, con mil reales que tenía en caja, las cuentas de la recaudación, el real título de maestro de primeras letras, y abundancia de camisas, etc.A D. Miguel Marraco, Agustín Pétriz, Pascual Marín , el boticario Ramón Arto, con un mulo cargado de ropas y varias alhajas ;  a Pedro Brun y Vicente Andrés, un mulo de carga ; al difunto Mariano Brun y a Juan Miguel Brun un mulo cargado de ropa; a Manuel Biec, Mariano Garcés, D. Juan Bautista Gastón , un mulo; al señor alcalde, un mulo; a D. Manuel Marraco un mulo de carga; a Pedro Laplaza, viuda de Matías Lagraba, Mariano Gironza, un mulo; a Inocencio Marín , Francisco Larripa, dos mulos. 
Los facciosos, habiendo exigido una contribución de 6.000 duros y no siéndoles satisfecha se llevaron presos a D. Manuel Rocatallada , nieto de D. Gerónimo Rocatallada, a D. Mariano Marraco, hermano de dos comerciantes de ésta capital (se refiere a Zaragoza) a D. Clemente Lapetra, secretario de ayuntamiento , D. Ceferino Catarecha estudiante legista, Javier Miguel, hacendado; D. Fernando Ascaso, médico."

Desconozco de momento, cómo terminó el secuestro, pero espero continuar las averiguaciones. Lo que sí parece confirmarse es que los atacantes eran el 3º Batallón de Voluntarios carlistas de Navarra, al mando del comandante Félix Ichaso, que moriría justo un mes después en un combate menor en Navarra, y cuyo brigadier era Juan Manuel Sarasa (nada que ver con nuestro guerrillero de Embún, Miguel Sarasa). Al menos hemos recuperado otro trozo de historia del Valle, que se encontraba oscurecido por tragedias mayores.

Así pues, tras la destrucción y quema del pueblo por los napoleónicos en 1809, los chesos volvieron a sufrir las consecuencias de una nueva guerra, y lo que es peor, diez años después, en 1844 los fusilamientos y represión por el levantamiento liberal esparterista que hicieron junto a los ansotanos. No fue buena para el Valle ésa mitad del siglo XIX.

Campamento carlista. Cuadro de Ferrer Dalmau