Desde este blog se pretende difundir la historia, el arte, la cultura y la naturaleza de la villa y del valle de Echo, uno de los enclaves pirenaicos de Aragón, más hermosos y dinámicos. Su pasado, presente y futuro merecen la pena conocerse y compartirse. Con mi admiración , cariño y la mayor modestia.

lunes, 29 de junio de 2015

EL CHESO D. JUAN LÓPEZ , ABAD DE MONTEARAGÓN EN 1600



Castillo Abadía de Montearagón en la actualidad

Son los eclesiásticos, los personajes que más abundan entre aquellos nacidos en Echo que en su día destacaron por sus vidas o sus obras. Entre éstos, hoy recupero para la memoria colectiva el recuerdo de uno de los más ilustres, D. JUAN LÓPEZ al que cité brevemente en la entrada del blog del 23 de noviembre de 2014 sobre los chesos que fueron rectores de la Universidad.

Felipe III
Nacido en la Villa de Echo, fue Doctor en Derecho, Rector de la Universidad de Zaragoza (en dos ocasiones en 1591 y 1592) Canónigo de la Catedral de La Seo de Zaragoza, Comisario de la Santa Cruzada, Consultor del Santo Oficio (Inquisición), Regidor del Hospital General de Zaragoza y presentado por el rey Felipe III el 30 de Octubre de 1599 como abad del Monasterio Abadía de Montearagón, lo que autorizó el papa Clemente VIII el 31 de enero de 1600.

El 30 de abril de 1600 se realizó la ceremonia de su Prelacía en el presbiterio de La Seo de Zaragoza siendo bendecido por el arzobispo Don Alonso Gregorio y asistido de los abades de los monasterios de Veruela y de Santa Fe, entrando en Montearagón el 19 de mayo de dicho año.
Grabado de 1880.
 Recreación del Montearagón anterior a 1844

D. Juan López resultó ser un abad bastante activo, que ganó en Roma varios de los pleitos que tenía el monasterio por la división de sus rentas. Encargó para la Iglesia del Monasterio los dos retablos laterales dedicados a San Agustín y a San Victorián, así como el ornato y cuadros sobre la sillería del Coro. Publicó las Constituciones sinodales del Abadiado de Montearagón.

Murió el 25 de Septiembre de 1614 siendo sepultado en la sala capitular del Monasterio de  Montearagón.

Parada militar de Isabel II en 1859 en Montearagón
El castillo abadía fue construido por Sancho Ramírez hacia 1093 para la toma de Huesca, y una vez conseguido ese objetivo, continuó como monasterio real durante 750 años, hasta la desamortización de 1835. Un incendio posterior contribuyó a su destrucción tras su expolio y saqueo, salvándose sólo el retablo de Gil Morlanes el Viejo, que se conserva en el Museo Diocesano de Huesca.


En Montearagón estuvieron así mismo enterrados hasta su traslado a San Pedro el Viejo los restos de Alfonso I “El Batallador” (al que igualmente se le atribuye el haber nacido en Echo y educado en el Monasterio de Siresa).  Propiedad del estado, desde hace años y por el impulso de una Asociación oscense se vienen consolidando y recuperando las ruinas de lo que fuera uno de los más ricos e influyentes Monasterios aragoneses.







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