CRÓNICA PERIODÍSTICA DE LAS FIESTAS DE ECHO DEL AÑO 1910

Vaquillas en la plaza Conde de Xiquena en 1910

El 7 de septiembre de 2014 publiqué en el blog ésta misma imagen correspondiente a las fiestas de Echo del año 1910. En aquél momento sólo disponía de la fotografía. Hoy traigo al blog, la crónica completa de aquellas fiestas, publicada en el periódico "La Correspondencia de Aragón", en su número 169 del 13 de septiembre de 1910, firmada por un anónimo corresponsal. 

El periódico "La Correspondencia de Aragón" fue fundado en Zaragoza en el mes de marzo de ése mismo año, por el periodista, escritor, historiador y editor José García Mercadal, hermano del famoso arquitecto Fernando García Mercadal y lo vendió en octubre de ése  año 1910 a Juan Andrés Palomar, significado militante lerrouxista. El periódico pasó a partir de entonces a ser el órgano del Partido Republicano Radical en Zaragoza hasta que dejó de editarse en junio de 1912 siendo su director Alvaro de Albornoz, la personalidad más importante de dicho partido en Aragón en aquellas fechas y que había conseguido en 1910 el acta de diputado por Zaragoza, que mantendría hasta las elecciones de 1914.  

La cabecera del diario del día de la crónica 

La crónica decía lo siguiente:

DESDE HECHO

(De nuestro corresponsal)

Están celebrándose con gran animación las fiestas de este pueblo, aunque es de lamentar que dificultades de última hora hayan impedido dar más representaciones teatrales, que hubieran constituido el mejor número de las fiestas.

Ayer, después de una brillante procesión que recorrió las principales calles del pueblo, se celebró una solemne misa en la que ofició el digno párroco don José Fernández. Los distinguidos jóvenes D. Cesáreo Coarasa, D. Lorenzo Loste, D. José Tesa, D. Vicente Lagraba, mosen Romualdo López y D. Ricardo Compairé ( el conocido fotógrafo, que entonces ejercía como farmacéutico en la villa) , en unión de los niños del coro, cantaron irreprochablemente la gran misa de Nicon Choron ( se trata del compositor de iglesia francés Louis Stéphane Nicou-Choron, fallecido en 1886 cuyas composiciones tenían una gran aceptación y difusión en aquellos años), bajo la dirección del inteligente organista don Juan Cabana. Ocupó la sagrada cátedra D. Miguel Ustáriz, catedrático del Seminario conciliar de Jaca, quien cantó elocuentemente las glorias de la Virgen, siendo muy felicitado por su brillante sermón. 

Órgano de la iglesia de San Martin en Echo.

El Ayuntamiento obsequió a continuación a las autoridades con un delicado lunch.

Se ha restablecido solemnemente el culto en la antigua ermita de Nuestra Señora de Escabués, destruida hace algunos años por un incendio. Dª Martina Lagraba, hija de esta villa y residente en América, regaló una bonita imagen de la Virgen , que hoy ha sido llevada procesionalmente  a la citada ermita en la que ha vuelto a cantarse, mejor si cabe que ayer, la misa de Nicon Choron y al final la hermosa salve de Hernández. 

Los festejos profanos han sido menos brillantes que las solemnidades religiosas, debido en parte a la apatía de nuestro Ayuntamiento. Aquí se fía todo a la iniciativa particular, y hay que convenir que el Ayuntamiento, con muy pequeño gasto, hubiera podido organizar sesiones de cinematógrafo al aire libre, fuegos artificiales u otra diversión por el estilo.

Ermita de Nuestra Señora de Escagüés

Sin embargo, hoy hemos tenido nuestra correspondiente capea, en la cual si bien el arte de Cúchares ha brillado por su ausencia, ha habido abundancia de tumbos y coscorrones que han hecho las delicias de los numerosos espectadores que han acudido a ver semejante caricatura de la fiesta nacional. 

También están muy animados las rondas y los bailes, en los que la gente joven derrocha alegría y buen humor.

Jóvenes del grupo de baile Val d'Echo hace unos pocos años.

Ha habido bastante afluencia de forasteros. Entre las jóvenes que estos días nos han visitado recuerdo a las bellas señoritas Inés Betés, Felipa Calvo, Fernanda Lasala, Cándida y Aurora Gil, María Biec, Teófila del Hoyo, Juana Miral, Emilia del Arco, Josefa Puyó, María García y Concepción Eito.

También he visto dando realce a las fiestas con su gracia y gentileza a las bellísimas chesas Pascuala Coarasa, Josefa Brun, Africa Atienza, María Cruz Borao (del mismo nombre y apellido que la poetisa chesa fallecida en Zaragoza en 1879), Adela Brun, Manuela López, Carmen Lorente, Paca Miguel, Aurelia Biec, Trinidad Coarasa y otras que siento no recordar. 

Y con éste listado de "bellísimas chesas"  termina la crónica. Algunos habrán reconocido en los nombres los de algunas ya lejanas parientes, abuelas o bisabuelas, así como una pobre programación festiva de la época, que se parece lamentablemente a la de algunos años posteriores e incluso cercanos. Misa, vaquillas y baile.  Todo anda ya escrito bajo el sol.