AÑO 1816. AL SACERDOTE JUAN CATARECHA NO LE RENUEVAN UNA CAPELLANÍA EN ECHO Y ENFADADO PROTESTA POR ESCRITO.

 

Sacerdote en misa. Imagen de IA

Era el año 1816. La Guerra contra el francés había terminado hacía escasos dos años. Clemente Lapetra, el vicario de Echo, afrancesado que había sido nombrado canónigo de la Catedral de Huesca y que en 1812 fue secuestrado y retenido por Espoz y Mina junto a otros canónigos para presionar al Cabildo Catedralicio para que contribuyeran económicamente a la causa contra los napoleónicos (ver enlace al artículo sobre Domingo Brun "Chandón" : https://echosinhache.blogspot.com/2019/12/el-afrancesado-cheso-domingo-brun.html ) había sido sustituído en la Villa de Echo por el presbítero Juan Catarecha, nacido también en la localidad en la que llevaba ejerciendo como sacerdote desde finales del siglo XVIII anterior.

Entre las funciones que desarrolla Juan Catarecha en Echo, venía realizando la de capellán de la capellanía fundada por los Pérez de Echo , familia de notarios muy conocida en la Villa desde el siglo XVI y de cuyo oscuro origen escribiré en otra ocasión, tras los datos que sobre dicha familia ha encontrado mi amigo Javier Regla.

Sin embargo, uno de los patronos de la capellanía decide no mantenerlo como capellán y enfurecido presenta instancia de protesta por escrito ante el Alcalde y Justicia de Echo, acompañada de un puñado de declaraciones de testigos, no se sabe muy bien con que objetivo, salvo el de presionar indirectamente a los patronos de la citada capellanía para conseguir su retractación.

Antes de proceder a transcribir el documento, hay que explicar lo que era (y es) una capellanía y un capellán. De las numerosas definiciones que hay sobre la capellanía escojo ésta que es la más completa y la mejor aceptada por cuantos estudian el tema de las capellanías según la cual son fundaciones perpetuas hechas con la obligación aneja de cierto número de misas u otras cargas espirituales en iglesia determinada que debe de cumplir el obtentor en la forma y lugar prescritos por el instituyente. M. Alvarez y Gómez. Manual de Capellanías. 1919.

En cuanto a la definición de capellán, transcribo ésta del Diccionario de Historia Moderna de España. Tomo I. La Iglesia. Publicado por la Editorial Istmo. 1998. Y dice: Capellán. Se denomina así tanto al eclesiástico que goza de la renta de una capellanía como al sacerdote que dice misa en la capilla u oratorio de algún señor o particular a cambio de un estipendio y que suele formar parte del servicio, en su sentido más amplio, de ésa casa. 

Resumiendo. Un personaje rico y pudiente, establecía la fundación de una capellanía para la que destinaba fondos y recursos económicos con el objeto de que se realizaran misas perpetuas por la salvación de su alma las cuales se asignaban a un sacerdote que hacía de capellán y era quien recibía el pago de las mismas. De ahí el interés del sacerdote Juan Catarecha en seguir siéndolo, como veremos a continuación en su escrito que dice lo siguiente:

AÑO DE MIL OCHOCIENTOS DIEZ Y SEIS.

Mosen Juan Catarecha, Prebítero residente en la Villa de Hecho, parezco ante V.S. Alcalde y Justicia odinaria de ella y su Valle, y mejor proceda en derecho digo: Que habiendo poseído por más de trenta años entre las Capellanías fundadas por los Perezes de Hecho, en la Parroquia de ésta Villa, una sobre la inbocación de St. Josef y mediante el nombramiento que anual seguida y sucesivamente me ha sido hecho por los Patronos de ella, derecho que por los fundadores de la misma soy llamado y contemplado en su institución y de que an estado y estan entendidos otros Patronos; deseando continuar en el serbicio de dicha Capellanía, desempeñando como hasta aquí sus obligaciones, me presenté en la Iglesia Parroquial de esta Villa, entre los dos toques de la Missa Conbentual, la mañana del Domingo primero de mayo dia y hora y paraje señalados para hacer el nombramiento de Capellanes de las tales Capellanías, y allándose al efecto D. Manuel Pérez de Hecho , Patrón por sí y en representación de D. Manuel Bentura Pérez de Hecho, su copatrono, le representé mi derecho y solicité el nuebo nombramiento de la Capellanía dicha de San Josef para seguir en la posesión de ella y desempeño de sus obligaciones. Mas concediendome el derecho que tenía de ella, y contra la posesión de tantos años que tenía en la misma, denegó hacerme otro nombramiento, egecutándolo en D. Mariano Pérez de Hecho, religioso Jesuíta, lo que protesté expresando usaría de mi derecho reclamandolo en Justicia donde y como me conbiniese, y esto en presencia de testigos por no aber Escribano Real, que diese testimonio de dicha protesta: y conbiniendo a mi derecho el que conste de ella: Por tanto 

A V. Pido y suplico se sirba mandar examinar bajo Juramento a los testigos que lo fueron de la dicha protesta que estoy pronto a presentar y ebaquadas que sean sus deposiciones se me entregue todo orijinal en forma que haga fe para el uso que conbenga a mi derecho y justicia que pido y para ello .

Mosen Juan Catarecha.

El documento lleva dos anexos de testigos que testifican lo mismo que dice el mosén en su escrito, por lo que no voy a reproducirlos, salvo los nombres de ellos, por curiosidad, puesto que sonarán, ya que varios de los apellidos siguen presentes en el Valle:

Las declaraciones se hacen ante un tal Ignacio Alastuey siendo el alcalde Francisco Pétriz. Y como testigos aparecen: Miguel Marraco y  Marcos López ambos labradores y vecinos de Hecho

Documento que se cita

El documento se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Huesca. Desconozco qué ocurriría con la reclamación, aunque me temo que aplicando el viejo dicho de que quien paga, manda, poco recorrido tendría la reclamación del mosén. El hecho de que el jesuíta al que se le concede la capellanía, lleve el mismo apellido que los patronos de la misma, da a entender que todo queda en casa, lo que refuerza la opinión de la poca solidez de la reclamación de Juan Catarecha. 

Sobre éste sacerdote, traeré en otra ocasión los certificados y documentos eclesiásticos de su formación y titulación que se encuentran digitalizados en el Archivo Histórico de las Cortes de Aragón.

En cuanto a las misas por los Perezes de Hecho, era costumbre desde el Concilio de Trento incluir en los rezos la salvación de las almas del Purgatorio, creado por la iglesia en 1274 en el Concilio de Lyon. Pero como el Papa Benedicto XVI dio por desaparecido dicho Purgatorio, pienso que podían haberse ahorrado el gasto y por tanto evitarle el disgusto al pobre mosén. 

Representación tradicional de el Purgatorio creado por la iglesia en el siglo XIII