Desde este blog se pretende difundir la historia, el arte, la cultura y la naturaleza de la villa y del valle de Echo, uno de los enclaves pirenaicos de Aragón, más hermosos y dinámicos. Su pasado, presente y futuro merecen la pena conocerse y compartirse. Con mi admiración , cariño y la mayor modestia.

domingo, 27 de febrero de 2022

AÑO 1841. DETENIDO EN ECHO EL BRIGADIER LATORRE POR SU PARTICIPACIÓN EN EL PRONUNCIAMIENTO CONTRA EL REGENTE ESPARTERO

 

El general Diego de León en el asalto al Palacio Real el 7 de octubre de 1841


El siglo XIX con la terrible Guerra de la Independencia en sus inicios, inauguró, entre otras penosas cosas, la injerencia y  participación de los militares en la vida política de nuestro país, que no terminó hasta la reinstauración de la democracia en 1978. El fracasado golpe de estado del 23 de febrero de 1981 podría considerarse el fin de dicha intervención, de momento y esperemos que para siempre (aún cuando al parecer hubo en torno a esos años algunos otros intentos que se frustraron inmediatamente).

Durante el siglo XIX, además de 3 guerras civiles (las llamadas guerras carlistas) originadas por los problemas dinásticos de los borbones, hubo un sinfín de pronunciamientos, alzamientos y rebeliones militares de todo signo y condición. Una de las primeras se produjo al término de la primera guerra carlista (1833-1840) y en ella participaron algunos de los personajes que se harían notorios en la historia de nuestro país.

Terminada la cruenta primera guerra carlista, el partido moderado presentó una Ley de Ayuntamientos que  recortaba numerosas competencias municipales y que era apoyada por la Reina Regente María Cristina de Borbón (Isabel II la heredera del trono tenía todavía 10 años). Una oleada de protestas sacudió el país, alentadas por el partido progresista al que pertenecía Baldomero Espartero, el general que había conseguido terminar con la guerra y era el personaje más popular del país. La Regente llegó a ofrecer la Presidencia del Consejo de Ministros a Espartero el cual le puso como condición que la Regente no sancionara la Ley de Ayuntamientos lo que ella hizo al mes siguiente desatándose una serie de revueltas en las principales ciudades desafiando la autoridad de la Regente lo que se denominó como "la revolución de 1840".

Baldomero Espartero

María Cristina de Borbón no tuvo más remedio que ofrecer la Presidencia del Gobierno a Espartero para frenar las revueltas y el 12 de octubre de 1840 firmó la renuncia a la regencia dejando en manos de Espartero a sus hijas Isabel y Luisa Fernanda de Borbón y marchó a Francia a un exilio voluntario.

No obstante, desde el primer momento de dicho exilio se dedicó a conspirar contra el gobierno de Espartero y los progresistas (se habían convocado elecciones que ganaron éstos) y sus maniobras para desestabilizarlos llegaron a provocar los graves hechos en torno al llamado pronunciamiento de 1841 en el que participó el Partido Moderado y una serie de militares afines. María Cristina y su nuevo marido Fernando Muñoz financiaron la sublevación con 8 millones de reales. 

María Cristina de Borbón

El pronunciamiento lo comenzó el general moderado O'Donnell el 27 de septiembre en Pamplona pero no consiguió que la ciudad proclamase de nuevo como regente a Maria Cristina a pesar de ordenar bombardearla desde la Ciudadela que había tomado. El hecho más grave de la conspiración se produjo en Madrid cuando los generales Manuel de la Concha y Diego de León con la connivencia de la Guardia Real exterior de Palacio intentaron capturar a las infantas Isabel y Luisa Fernanda para llevarlas al País Vasco y proclamar de nuevo a María Cristina como regente. La gran resistencia ejercida por 18 miembros del  Cuerpo de Alabarderos de Palacio que estaban de guardia dio tiempo a que se enviaran tropas leales al Gobierno y se frustrara dicho intento siendo apresado el general Diego de León, héroe de la guerra contra los carlistas.

Los alabarderos que defendieron a las infantas el 7 de octubre de 1841

Entre las ciudades que secundaron el pronunciamiento o intentaron hacerlo, se encontraba la ciudad de Zaragoza, adonde se dirigió el general Borso di Carminati el 5 de octubre para ponerse a la cabeza de la sublevación del 2º Regimiento de la Guardia Real de Infantería (ya en proceso de reforma) que se encontraba de guarnición en la ciudad, teniendo a su cargo la vigilancia del Castillo de la Aljafería, los depósitos de pólvora y algunas otras instalaciones. El objetivo de los conjurados era reforzar a O'Donnell en Pamplona con dicho Regimiento. 

Leopoldo O'Donnell

Era Capitán General de Aragón,  D. Joaquín Ayerve Castillón, general nacido en Radiquero (Huesca) quien se vio obligado a dar cuenta de su actuación en un Manifiesto publicado tras los hechos  al haberse puesto en tela de juicio sus decisiones y ser acusado de ser blando cuando no de cómplice de los sublevados. Relata en dicho manifiesto cómo el 4 de octubre al tener noticia del levantamiento de O'Donnell en Pamplona con dos batallones y alguna caballería, reunió a los Jefes de todas las unidades militares en Zaragoza a quienes preguntó por su adhesión al Gobierno legalmente establecido así como la de sus subordinados, manifestando todos ellos su fidelidad y obediencia al mismo.

Manifiesto del general Ayerve


En cuanto a la presencia del general Borso di Carminati lo citó hasta en dos ocasiones manifestándole éste su presencia en Zaragoza por asunto privados relacionados con una herencia familiar. Respecto al Coronel del Regimiento de la Guardia Real, el Brigadier Francisco Latorre menciona Ayerve : "... que por tres ocasiones le repitió bajo palabra de honor que confiase en su fidelidad al Gobierno y obediencia a mi autoridad de todo el Regimiento a su mando...". A pesar de todos los juramentos, Ayerve supo ésa misma noche que la Guardia Real, en número de 2500 efectivos se preparaba para marchar a Pamplona participando en la sublevación. 


Al amanecer del día siguiente se pusieron en marcha los dos batallones de la Guardia y el que guarnecía la Aljafería. Ayerve quiso evitar el enfrentamiento en la ciudad y optó por seguir de cerca a dicha columna con las tropas que reunió formados por ... la Milicia Nacional de Zaragoza, el Regimiento de Caballería de la Reina, de los destacamentos de Artillería e Ingenieros y algunos soldados de la Compañía suelta de fusileros de Aragón. A lo largo del trayecto fue sumando hasta ...cien efectivos de las Milicias Nacionales de Alagón y Figueruelas.

Milicia Nacional


A medida que proseguía la persecución , ya en Pedrola se encontraron con tres jefes , uno o dos sargentos y catorce soldados que desertaban de la filas de los sublevados y llegaron a estar tan cerca hasta el punto que Ayerve se llegó a dirigir a los sublevados indicándoles que iban engañados por sus Jefes. Continuaron las dos columnas su camino cada una por una orilla distinta del Canal Imperial de Aragón hasta llegar a Gallur donde los sublevados dispusieron dos compañías para impedirles el paso por el Puente de Gallur mientras el resto de los rebeldes comenzaban a cruzar el río Ebro. Los soldados de dichas compañías sin sus oficiales, se entregaron a las tropas leales. Al comenzar a cruzar éstos el Ebro, el Brigadier Latorre y otro Jefe se acercaron a parlamentar con Ayerve. La arenga del Capitán General había hecho mella en los soldados aunque aún les quedaba una fuerza considerable. Latorre ofreció la rendición de sus fuerzas a cambio de que se le expidieran pasaportes (salvoconductos) a él y a sus jefes y oficiales para poder refugiarse en Francia.

Lancero de la Guardia Real


Ayerve accedió, según él,  para seguir evitando el enfrentamiento armado y al día siguiente se libraron hasta 40 salvoconductos lo que fue muy criticado por la prensa afín al gobierno. Entre ellos no estaba el del general Borso di Carminati, el cual se había separado de la Guardia Real en las inmediaciones de Gallur y había sido prendido por algunos miembros de la Milicia Nacional de la localidad y conducido a Zaragoza para ser juzgado tras haberlo  retenido brevemente en la cárcel de Borja.

El resultado del pronunciamiento no pudo ser más desastroso. Borso di Carminati fue juzgado en Zaragoza y fusilado. Los principales jefes militares que fueron apresados en Madrid, tales como los generales Montes de Oca , Diego de León y varios más, juzgados sumariamente y fusilados. La disolución de la Guardia Real se aceleró y se hizo efectiva inmediatamente. Cientos de mandos militares afines a los moderados fueron cambiados de destino cuando no licenciados en los meses posteriores. O'Donnell huyó a Francia desde donde siguió conspirando junto a Maria Cristina de Borbón que negó toda participación. En las elecciones de diciembre de 1841, por primera vez consiguieron un gran avance los republicanos. 


Fusilamiento del general Diego de León

En cuanto al Brigadier Francisco Latorre y los oficiales que le siguieron, marchó hacia Francia con los salvoconductos de Ayerve. El  periódico El Constitucional daba la noticia de que : "Estos días pasaron por Ansó con dirección a Francia el brigadier Latorre y 30 o 40 oficiales de la guardia que iban escapados hacia aquel reino; se les detuvo en dicho punto pero llevando sus pasaportes del general Ayerbe les permitieron su marcha; sintiendo bastante todos los liberales que el señor Ayerbe haya usado de tal contemplación con unos oficiales que según cuentan fueron los más criminales en la marcha de la Guardia de Zaragoza; este proceder y otros de poca actividad en la ocasión presente le ha hecho perder todo el prestigio que gozaba entre los aragoneses".

Sin embargo, poco le duró la tranquilidad al grupo de militares del Brigadier Latorre, pues si en Ansó les fue permitido el paso hacia Francia, no ocurrió lo mismo al llegar a Echo. El diario El Castellano del 16 de octubre daba la siguiente noticia ; "Zaragoza 13. Los oficiales rebeldes del segundo regimiento de la guardia real, incluso el brigadier Latorre que lo mandaba, a quienes el general Ayerbe admitió a convenio y les libró pasaportes para Francia, han sido detenidos y presos en la villa de Hecho cerca del Pirineo (sic) y según dicen se ha consultado al regente sobre la suerte de los mismos; aquí reina la mayor tranquilidad y solo se nota gran ansiedad porque el gobierno haga sentir todo el peso de la ley con severidad, energía y presteza a los criminales y traidores".

Insurrección y bombardeo de Barcelona en 1842


No sería ésta la única ocasión en la que el gobierno de Espartero se vería obligado a reprimir una insurrección. En noviembre de 1842 estallaría otra en Barcelona ante el anuncio de la firma de un acuerdo del Gobierno con Gran Bretaña que perjudicaba gravemente a la industria algodonera catalana. Espartero personalmente dirigió la represión de la insurrección durísimamente,  lo que hizo que perdiera gran parte de su popularidad. En 1843 la oposición a su gobierno y a su regencia alcanzó tales dimensiones que parte del ejército se sublevó y se pusieron al frente tres generales moderados que regresaron del exilio, entre ellos  Narváez que el 23 de julio tras la llamada batalla de Torrejón de Ardoz entraba en Madrid. Comenzaba la llamada década moderada en la que el Partido Moderado gobernó el país con el apoyo de la Corona. Espartero , el 30 de julio, embarcaba en el Puerto de Santa María rumbo al exilio a Inglaterra donde permanecería hasta 1849 .

Narváez


Isabel II fue declarada por las Cortes Generales de 1843 mayor de edad con sólo 13 años y su madre María Cristina de Borbón regresó a Madrid en marzo de 1844 siendo su marido Fernando Muñoz nombrado Duque de Riansares.

Al año siguiente 1844, se produjo la fallida sublevación a favor de Espartero que sólo tuvo como escenarios Logroño y curiosamente las dos localidades de Ansó y Echo desencadenándose una dura represión sobre las mismas. Puede consultarse lo ocurrido en el siguiente enlace: https://echosinhache.blogspot.com/2019/02/1844-levantamiento-esparterista-en-los.html


Declaración de la mayoría de edad de Isabel II y jura de la Constitución ante las Cortes en diciembre de 1843






4 comentarios:

  1. Y yo me pregunto - intencionadamente visiño- ¿Cuántas de estas asonadas se hicieron en favor del pueblo? Como decía Dylan: la respuesta, amigo, la hallarás soplando en el viento...

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    1. Todas dicen hacerlo en favor del pueblo. Pero siempre ocultan intereses personales y el pueblo solo es manipulado y siempre sufre las peores consecuencias.

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